El primer ministro británico, el conservador David Cameron, mantuvo hoy a los principales ministros en su primer reajuste del Gobierno desde su llegada al poder en 2010, con el que busca mantener unida la coalición con los liberaldemócratas y una mejor comunicación con el electorado. Cameron hizo cambios en los ministerios de mediano rango, pero conservó a los "pesos pesados": los titulares de Economía y de Asuntos Exteriores, George Osborne y William Hague, respectivamente; de Interior, Theresa May, y de Defensa, Philip Hammond.
En un claro reflejo de que no quiere cambiar sus políticas, el primer ministro busca mejorar el apoyo de los conservadores entre el electorado, además de mantener unida la coalición al nombrar al liberaldemócrata David Laws como secretario de Estado de Educación. Laws había entrado en el Gobierno en mayo en 2010 como titular del Tesoro, pero debió dimitir meses después a raíz de un fuerte escándalo sobre sus dietas parlamentarias.
Además, en un giro inesperado, Cameron promocionó al titular de Cultura, Jeremy Hunt, al nombrarlo nuevo ministro de Sanidad, tras el éxito de los Juegos Olímpicos de Londres, si bien su permanencia en el Gobierno estaba en la cuerda floja a raíz de la polémica sobre la polémica venta de la plataforma digital BSKyB. La reputación de Hunt fue muy cuestionada este año después de que la prensa pusiera en entredicho su labor a la hora de evaluar la venta de esa plataforma, sobre la que debía mantener su imparcialidad, si bien se inclinaba supuestamente por concederla al imperio del magnate de la prensa Rupert Murdoch.
Hunt es visto en círculos conservadores como un buen comunicador con los medios, algo que Cameron busca claramente a fin de dar impulso al Gobierno en momentos en que está centrado en sacar al Reino Unido de su recesión, la segunda en cuatro años. "Es una gran labor y el mayor privilegio de mi vida", dijo Hunt en una declaración a la salida del número 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro.
Hunt -que tiene por delante la difícil tarea de hacer reformas en el Servicio Nacional de Salud- sustituye a Andrew Lansley, quien ha sido nombrado líder de la Cámara de los Comunes.
Otro cambio importante es el del veterano Kenneth Clarke -quien lleva más de 30 años como parlamentario- al ser retirado como titular de Justicia para ser ministro sin cartera, aunque su principal labor será la de ayudar a tomar las medidas necesarias para conseguir la recuperación económica. Clarke, de 72 años, negó hoy que su retirada como ministro de Justicia suponga una humillación al asegurar a los periodistas que para él era una "grata sorpresa" estar a su edad en el gabinete. El cargo que deja Clarke será ocupado por el hasta ahora secretario de Estado de Trabajo y Pensiones, Chris Grayling, mientras que la nueva ministra para Irlanda del Norte será Theresa Villiers, hasta ahora secretaria de Estado de Transporte y que sustituye en el nuevo puesto a Owen Paterson.
A su vez, Paterson será ministro de Medio Ambiente, mientras que la que fuera copresidenta del Partido Conservador, Sayeeda Warsi, será secretaria de Estado de Asuntos Exteriores.
Además de los "pesos pesados", se quedan dos ministros del ala más derechista del Partido Conservador, el de Trabajo y Pensiones, Ian Duncan Smith, y el de Educación, Michael Grove, en lo que se interpreta como un guiño a este sector "tory".
Entre otros cambios figuran el de Justine Greening al frente de la cartera de Transporte, que será sustituida por Patrick McLoughlin, quien fuera responsable de la disciplina de los parlamentarios conservadores. Sin embargo, esta decisión fue criticada por el alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, quien acusó a Cameron de haber retirado a Greening por su oposición a la construcción de una tercera pista para el aeropuerto londinense de Heathrow.