La "entente cordiale" del siglo XXI entre el Reino Unido y Francia quedó plasmada este martes en Londres con la histórica firma de dos tratados de cooperación militar, que entre otras cosas contemplan una activa cooperación bilateral para salvaguardar y modernizar sus respectivas fuerzas nucleares. Los tratados fueron firmados por el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que destacaron la importancia "histórica" de unos acuerdos bilaterales "sin precedentes", que abren "un nuevo capítulo" en Europa.
"Hoy abrimos un nuevo capítulo en una larga historia de cooperación en materia de defensa y seguridad entre el Reino Unido y Francia", recalcó Cameron en la conferencia de prensa celebrada tras la firma en Lancaster House, un palacete en el centro de Londres.
Sarkozy le secundó afirmando que se ratifica de esta manera una "relación excepcional" entre ambos países y que se demuestra "la confianza existente entre naciones iguales" con la decisión "sin precedentes históricos" de cooperar en materia nuclear.
El primer ministro británico destacó que uno de los acuerdos permitirá que las Fuerzas Armadas de ambos países trabajen juntas "más estrechamente de lo que lo han hecho hasta ahora", y que el otro incrementará la cooperación sobre "seguridad nuclear". "El resultado será que nuestros ciudadanos estarán más seguros y mejor protegidos en la era global de incertidumbre en la que vivimos ahora", señaló el jefe del Gobierno británico, que negó que estos acuerdos supongan una cesión de la soberanía nacional.
"No estamos hablando de un ejército europeo. No se trata de compartir nuestras fuerzas disuasorias nucleares", aclaró Cameron para desmarcarse de los acuerdos firmados en 1998 entre Tony Blair y Jacques Chirac que buscaban ser un embrión europeo de defensa.
Ambos dirigentes insistieron en que se trata de un acuerdo bilateral, en que, en palabras de Cameron, "el Reino Unido y Francia son y siempre seguirán siendo naciones soberanas, capaces de desplegar sus fuerzas armadas de manera independiente".
Sarkozy recordó que en Francia "la soberanía es un asunto tan delicado como en el Reino Unido", pero que por encima de eso la realidad es que "juntos seremos más fuertes; junto seremos mejores y juntos defenderemos mejor los valores que compartimos".
Los acuerdos suponen la creación de un nuevo Comando Conjunto Expedicionario, en el que las fuerzas especiales se prepararán y realizarán ejercicios conjuntos, y la adaptación de los portaaviones de ambos países para que los puedan utilizar los cazabombarderos británicos y franceses, pero también los estadounidenses.
El presidente francés argumentó en este sentido que es difícil pensar que el Reino Unido se viera involucrado en una crisis militar que supusiera el despliegue de una expedición de portaaviones sin que esa crisis afectara también de alguna manera a Francia.
Una eventual acción de las tropas del Comando Conjunto requerirá de un acuerdo político previo, pero ambos dirigentes recordaron que las tropas de ambos países ya trabajan juntas en muchos lugares del mundo, como Afganistán, los Balcanes y Oriente Medio. "No somos idénticos, hay muchas cosas en las que no estamos de acuerdo y sé que hay un canal entre nuestros dos países. No obstante, compartimos valores (...). Toda mi vida política he estado a favor de una acercamiento entre Londres y París", dijo Sarkozy. "Si ustedes, mis amigos británicos, tienen que hacer frente a una gran crisis, ¿se podrían imaginar a Francia quedándose sentada y con los brazos cruzados, diciendo que no nos importa?", preguntó.
Ambos países trabajarán también juntas para mejorar sus equipos y sus capacidades técnicas, como las aeronaves teledirigidas y la tecnología necesaria para contrarrestar los ciber-ataques.
En materia de cooperación en la gestión de los arsenales nucleares, se construirá una nueva instalación conjunta en Francia para realizar pruebas simuladas y actualizar la tecnología. El objetivo también es ahorrar: "siempre mantendremos nuestro elemento disuasorio nuclear independiente, pero lo correcto es que busquemos lo más eficaz en la infraestructura que se requiere para desarrollar y sostener nuestra fuerza", dijo Cameron. "En vez de que ambos países construyan instalaciones idénticas y caras para garantizar la seguridad de nuestras armas nucleares, construiremos una instalación conjunta (...), que nos permitirá ahorrar millones de libras", añadió el primer ministro.