El gobernador de California, Jerry Brown, ha convertido en ley con su firma el proyecto que permite a personas con una enfermedad terminal que pongan fin a sus vidas de forma legal. "Reflexioné en lo que yo quisiera si me encontrara frente a mi propia muerte", ha dicho Brown al estampar su firma en el documento.
"No sé qué haría si estuviese muriendo con un dolor prolongado e insoportable. Pero sí tengo certeza de que será un alivio poder considerar las opciones que contiene esta ley", ha agregado el gobernador, quien ha justificado su decisión afirmando que no negará este derecho a otros.
Tal y como recuerda la cadena estadounidense Univision, el proyecto de ley fue aprobado el pasado mes de septiembre por el Senado del estado, con 23 votos a favor y 14 en contra. Se trata del quinto estado de Estados Unidos con una ley de muerte asistida, tras Oregón, Vermont, Washington y Montana.
Uno de los casos más conocidos y polémicos es el de Brittany Maynard, una mujer de 29 años con cáncer cerebral, que tuvo que mudarse a Oregón para poner fin a su vida de forma legal.
Los más críticos con esta nueva ley afirman que "legaliza el suicidio prematuro", aunque los defensores del texto aclaran que sólo se podrá aplicar a personas con una enfermedad terminal pero con buena salud mental.