El tribunal de Malmö (Suecia) condenó hoy a cadena perpetua a Peter Mangs, el "francotirador de Malmö", culpable de dos asesinatos y cinco intentos de asesinato entre 2003 y 2011, la mayoría cometidos contra inmigrantes.
Los delitos se caracterizan "por una desconsideración extrema y una absoluta falta de empatía por otras personas" y superan la pena de duración determinada máxima de 18 años, de ahí que la cadena perpetua sea el único castigo posible para Peter Mangs, de 40 años, señaló la sentencia.El análisis técnico de las armas encontradas en casa de Mangs y las balas y casquillos hallados en el lugar de los crímenes han sido determinantes, según el tribunal, que lo condenó además a indemnizar a las víctimas con 1.175.000 coronas suecas (unos 136.000 euros).
Mangs ya había sido declarado culpable en julio pasado, pero la duración de la pena había quedado supeditada al resultado de un examen psiquiátrico que determinó más tarde que no padecía ningún transtorno mental grave en el momento de cometer los delitos.La sentencia fue aplazada varias semanas debido a que Mangs recusó a varios miembros del jurado, aunque los tribunales rechazaron en dos ocasiones su petición.
La resolución judicial supone un triunfo para la Fiscalía, que solicitaba cadena perpetua para el acusado, en prisión preventiva desde su detención en noviembre de 2010.
La acusación sostuvo durante el juicio que el hombre actuó movido por motivos racistas y por un odio hacia los delincuentes tras la muerte de su hermana por sobredosis y varios asaltos sufridos por su madre.La defensa pedía inicialmente su absolución y puesta en libertad al considerar que no se ha demostrado que el acusado estuviera en los escenarios de los ataques o fuera el autor de los disparos.
Mangs, que en los dos meses del juicio se mostró ausente, se declaraba inocente, aseguraba que prestó sus armas a unos amigos y solo reconocía dos episodios de disparos sin heridos.El "francotirador de Malmö" ha contado con el apoyo simbólico del ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, autor de la matanza del 22 de julio de 2011 en Noruega, en la que murieron 77 personas.
Breivik, condenado a una pena similar en agosto, llegó incluso a enviarle una carta y lo elogió públicamente considerándolo el mayor representante del movimiento contra la islamización en Escandinavia, antes de los atentados perpetrados por él mismo.