El Gobierno chileno busca alternativas que permitan acortar el tiempo de rescate de los 33 mineros atrapados en un yacimiento del norte del país desde el 5 de agosto, que se estima podría prolongarse durante unos tres meses.
Según André Sougarret, responsable de las perforaciones de rescate, se evalúa ensanchar el tercer pozo excavado por las máquinas de sondaje, que ya llegó hasta el taller en el interior de la mina, con una máquina de perforación de aire reverso.
"Estamos evaluando esa alternativa por si acorta los plazos de rescate", confirmó Sougarret a los periodistas.
Se trata de una máquina modelo Schramm T-130, que permite excavar un hoyo de unos 75 centímetros de diámetro, avanza alrededor de veinte metros diarios y tiene un alcance de 700 metros de profundidad.
La máquina, que se utiliza en la perforación de pozos de agua, se encuentra en la minera Inés de Collahuasi y su traslado a la mina San José se demorará unos tres días, aunque el operativo está listo para su ejecución.
Otra alternativa es utilizar una segunda perforadora modelo Raise Borer Strata 950, cedida por la estatal Corporación del Cobre (Codelco).
Los equipos de rescate ultiman hoy la puesta a punto de la primera perforadora, que se espera que pueda empezar a excavar este domingo.
A pesar de que el Gobierno estimó que el rescate se prolongará durante tres o cuatro meses, fuentes del comité técnico que supervisa las tareas de salvamento citadas por La Tercera aseguraron que los autoridades manejan un plazo máximo de sesenta días desde el inicio de las perforaciones.
Los socorristas cuentan ahora con tres sondas para contactar con los obreros atrapados, a través de las cuales les envían agua, alimentos y otros elementos para comunicarse.
El ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich, reconoció este viernes que algunos de los 33 mineros sufren problemas psicológicos o tienen lesiones importantes en sus cuerpos.
Explicó que las imágenes del vídeo que los trabajadores grabaron el jueves muestran en primer plano las lesiones y cortes que tienen en la piel por los hongos que han proliferado en su cuerpo, debido a la humedad reinante a 700 metros de profundidad.