Es la detención de Tiago Gomes da Rocha, un joven de 26 años, con una vida normal, que vivía con su madre y trabajaba en este hospital. Ha confesado haber cometido 39 asesinatos durante los últimos tres años.
De 26 años, complexión musculosa, raza blanca y empleado en una compañía de seguridad privada, Gomes da Rocha “sentía la necesidad de matar” y asesinaba a bocajarro a todo aquel que se le cruzara, según el investigador Eduardo Prado, de la Policía Civil.
Sus víctimas vagamundos, mujeres y homosexuales de la ciudad de Goyana, en el centro de Brasil. Las autoridades afirman que actuaba por ira pero con frialdad. Ahora el presunto asesino ha querido quitarse la vida en prisión
El patrón de sus crímenes era el siguiente: vestido de negro, se acercaba a sus víctimas en moto. Simulaba un atraco y les disparaba un tiro mortal. Estas imágenes de una cámara de seguridad han sido claves en la investigación. Ahora los familiares de sus víctimas esperan justicia porque hay suficientes pruebas, la policía ha encontrado en su casa un revólver, que coincide con el utilizado en los asesinatos.
La detención de este asesino en serie pone fin a meses de investigación para esclarecer la muerte de al menos una quincena de jóvenes, algunas de apenas 15 años, que recibían disparos a quemarropa de un motorista que tras cometer su crimen se iba tranquilamente en su motocicleta.