Bielorrusia confirmó a través de su televisión pública la ejecución de Vladislav Kovaliov y Dmitri Konoválov, condenados a pena de muerte por el atentado terrorista de hace un año en el metro de Minsk.
La noticia sobre la ejecución de Kovaliov la hizo pública ayer su hermana, que relató a los medios locales que su madre recibió la notificación de la ejecución, remitida por las autoridades bielorrusas el pasado 16 de marzo.
Los dos ejecutados fueron hallados culpables del atentado con bomba en el que murieron 15 personas y más de doscientas resultaron heridas, perpetrado en abril de 2011 en hora punta en la céntrica estación de metro "Oktiábraskaya", no lejos de la residencia del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
Los criminales habrían sido fusilados, el método de aplicación de la pena de muerte utilizado tradicionalmente en Bielorrusia.
Kovaliov, que nunca reconoció su implicación en el atentado, envió una petición de indulto al presidente Lukashenko, pero éste declinó la solicitud del condenado.
Al dictar la pena el pasado 30 de noviembre, el juez precisó que se tuvo en cuenta el carácter sistemático de los crímenes cometidos por Konoválov, quien fue declarado culpable de otros dos atentados terroristas, además del cometido en el metro de la capital bielorrusa.
Con respecto a Kovaliov, el magistrado explicó que éste le proporcionó los explosivos a Konóvalov y le asistió en la fabricación de bombas cada vez más potentes.
El KGB bielorruso detuvo a ambos autores apenas 24 horas después del atentado, cuyo juicio comenzó el pasado 15 de septiembre.
Bielorrusia es el único país europeo que aún aplica la pena de muerte, motivo por el que nunca ha sido miembro del Consejo de Europa.