El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha dejado claro que no le afectan los escándalos que le salpican constantemente, el último el de una adolescente de 17 años que dice haber asistido a fiestas en su residencia, y ha asegurado que está "orgulloso" de su modo de vida y que "ama a las mujeres".
"Soy un anfitrión único, yo diría que irrepetible, alegre y lleno de vida: amo la vida y a las mujeres", ha señalado desde Bruselas, donde ha asistido a la cumbre de la UE, tras ser preguntado por el caso de Ruby, la menor marroquí que ha declarado a la Fiscalía de Milán haber asistido a fiestas en la residencia del 'premier' en el norte del país.
"Tengo una vida terrible, con horarios inhumanos", ha subrayado, argumentando así el que de vez en cuando tenga "necesidad de una velada distendida como terapia mental para limpiar el cerebro de todas las preocupaciones".
"Nadie a mi edad me hará cambiar de estilo de vida, del cual estoy orgulloso", ha recalcado. "No debo aclarar lo que ocurre en mi casa porque en mi casa entran sólo personas de bien que se comportan, sobre todo, correctamente", ha afirmado.
Por otra parte, ha calificado de invención de los medios el que haya llamado a los fiscales para que se retiren los cargos contra la joven. Sí ha confirmado que ayudó a la joven a buscar alguien que se hiciera cargo de ella. "No he influido para nada, teniendo en cuenta los poderes que tiene un primer ministro en Italia (...) verdaderamente ninguno", ha señalado.