El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi negó hoy que se hayan producido "escenas de sexo" en su casa, durante la declaración que realizó ante el Tribunal de Milán por el juicio del llamado caso Ruby, en el que está imputado por supuesta incitación a la prostitución de menores y abuso de poder. "Puedo excluir, con absoluta tranquilidad, que se hayan desarrollado escenas de naturaleza sexual en mi casa", dijo Berlusconi en el aula.
Como estaba previsto, Berlusconi no se sometió al interrogatorio de los fiscales y tomó la palabra para realizar una declaración sobre su versión de los hechos. "Después de las cenas se organizaban espectáculos sin ningún contenido vulgar o escandaloso. Se veía lo que se puede ver en cualquier local", dijo Berlusconi, quien agregó que estas fiestas se organizaban en la discoteca de su casa de Arcore y que todo se realizaba ante la presencia de camareros, músicos, agentes de la seguridad, técnicos e incluso a veces sus hijos pasaban a saludar.
Berlusconi consideró que su vida privada ha estado siempre bajo la atención mediática, por lo que sabía que era imposible que no se contasen estas fiestas, y añadió que cómo no había nada que ocultar, nunca realizó controles a sus huéspedes.
"Durante estas noches, yo monopolizaba la atención hablando de política, de fútbol, de cotilleos y me divertía contando chistes o cantando las canciones de mi repertorio juvenil", agregó. El exprimer ministro también negó las acusaciones de prostitución al aseverar que nunca ha dado dinero por relaciones íntimas a las personas que acudieron a sus casas.
RUBY EN COMISARÍA
Berlusconi también aclaro la llamada en la noche del 27 al 28 de mayo de 2010, que hizo a una comisaría de Policía de Milán, donde estaba detenida acusada de un robo la joven marroquí Karima El Marough, más conocida como Ruby, y que había frecuentado las fiestas del ex mandatario. Es por esta llamada, que la fiscalía de Milán le acusa de abuso de poder.
Como ya ha reiterado en otras ocasiones, Berlusconi volvió a mantener que creía que Ruby era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak y que intervino para "evitar un incidente internacional".
Berlusconi explicó que tras saber que Ruby había sido conducida a una comisaria le vino a la cabeza el arresto en Suiza de Hannibal, el hijo del líder libio, Muamar al Gadafi. "Fue algo espontáneo comparar el caso Ruby con el de Hannibal y no quería crear un incidente diplomático", dijo y aseguró que no realizo alguna presión sobre el funcionario de policía.
DIO A RUBY ALGUNOS MILES DE EUROS
El exprimer ministro aseguró que se sorprendió cuando la asesora regional Nicole Minetti, también acusada de favorecer la prostitución en un juicio paralelo, le comento que Ruby no era egipcia sino marroquí y además era menor de edad. "Me quede de piedra al darme cuenta de su segunda identidad. Desde ese momento considere que no me tenía que ocupar más de ella", aunque reconoció que ante las insistencias su tesorero dio a Ruby algunos miles de euros.
Pero especificó que "no es razonable" creer que ese dinero se le dio porque temía que Ruby contase el contenido de las fiestas. También subrayó que no ha mantenido ninguna relación "intima" con Ruby y que "todos creían que era mayor de edad, no solo porque decía que tenía 24 años sino también por su aspecto físico y su comportamiento".
Berlusconi dijo durante su declaración que ha leído en algunos periódicos que su "condena esta ya escrita" y espetó que "esto no sea así, pues si no este seria un país incivil y bárbaro".
Sobre el porqué no ha querido someterse al interrogatorio, Berlusconi volvió a cargar contra la magistratura al asegurar que en este Tribunal le persiguen desde hace 20 años. El pasado 20 de abril, Berlusconi ya había comparecido por sorpresa en el juicio del caso Ruby, pero no realizó alguna declaración.