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Tras cerrar cerca de 5.000 granjas, las autoridades alemanas confirmaron hoy que los primeros análisis de gallinas ponedoras que comieron piensos con dioxinas muestran tasas de esta sustancia 2,5 veces por encima de lo permitido.

Se trata, según el Ministerio de Agricultura de Alemania, de pruebas efectuadas a tres gallinas procedentes de Renania del Norte-Westfalia (oeste del país) en cuyo tejido adiposo se localizó una tasa de dioxinas de 4,99 picogramos por gramo (pg/g), cuando el máximo permitido es de 2 picogramos (billonésima parte de un gramo).

"La carne no se estaba vendiendo. Los animales fueron sacrificados y sus cuerpos incinerados", aclaró un portavoz.

Los huevos procedentes de la explotación a la que pertenecían estas gallinas han sido devueltos y el departamento de Agricultura publicó en internet los números de serie.

El ministerio aclaró que la carne de estas aves ponedoras suele venderse, en circunstancias normales, como sopa de pollo.

En el resto de análisis, otras tres explotaciones de gallinas dieron tasas por debajo de los 2 picogramos por gramo, igual tres de pavos, mientras que en seis granjas de cerdos se registraron resultados inferiores a 1 picogramo por gramo.

La confirmación del Ministerio de Agricultura alemán sobre las pruebas se produjo pocas horas después de que la revista "Focus" adelantara los resultados, que se encuentran en un informe enviado el día 6 a la Comisión Europea (CE).

Mientras tanto, se estrecha el cerco sobre Harles & Jentasch, una de las 25 empresas fabricantes de piensos compuestos en las que se detectó altas tasas de contaminación por dioxinas.

Según anunció hoy el Ministerio de Agricultura del estado federado de Baja Sajonia, a los dueños de Harles & Jentasch se les investiga también por estafa y evasión de impuestos.

Un portavoz ministerial explicó que, por cada tonelada de grasa industrial no apta para el consumo humano que Harles & Jentasch usaba para fabricar sus productos, ésta pagaba 500 euros.

Lo normal, explicó, es que las empresas abonen unos 1.000 euros por una tonelada de grasa vegetal apta para fabricar piensos

El Ministerio de Agricultura de Baja Sajonia añadió que estas acusaciones se unen a la anterior sobre atentado contra la salud pública.

Este "Land" (estado federado) es uno de los grandes afectados por la contaminación por dioxinas, ya que se han localizado más de 10.000 cerdos contaminados en sus 3.285 explotaciones.

Según el secretario de Estado de Agricultura, Friedrich-Otto Ripke, el 95 por ciento de las granjas porcinas no registrará contaminación por dioxinas, por lo que habría 164 explotaciones afectadas.

Ripke reaccionaba así al anuncio de Corea del Sur de que suspende temporalmente las importaciones de carne porcina alemana, según confirmó hoy la Comisión Europea.

De facto, las importaciones alemanas fueron paralizadas ya a mediados de la semana pasada por Seúl, según la prensa alemana.

Eslovaquia anunció el viernes que suspendía cautelarmente la importación de huevos y carne avícola procedente de Alemania.

Este país europeo tomaba esta decisión después de que se confirmara que se vendieron huevos contaminados en el Reino Unido y Holanda.

En el caso británico se habrían usado para fabricar pasteles y quiches que se vendieron en supermercados, informó la BBC.

Rusia e Italia, asimismo, anunciaron hoy que endurecerán los controles sobre las importaciones cárnicas procedentes de Alemania, aunque aclararon que no las suspenderán.

En Alemania ya son 4.700 las explotaciones avícolas y porcinas clausuradas por alimentar a sus animales con piensos contaminados por dioxinas.

En la mayoría de los casos se trata de granjas porcinas, a las que se ha prohibido sacrificar animales y comercializar su carne hasta que se certifique que su consumo resulta absolutamente inocuo.