Bélgica se ha convertido en el segundo país, después de Holanda, que despenaliza la eutanasia en menores, con la aprobación en el Parlamento federal de la ampliación de la ley que regula la muerte asistida.
La normativa prevé que niños y adolescentes podrán optar a la eutanasia en supuestos muy restringidos, cuando padezcan un "sufrimiento físico insoportable y su muerte a corto plazo sea inevitable".
La Cámara Alta belga ha aprobado este jueves por 86 votos a favor, 44 en contra y 12 abstenciones la ley que despenaliza la eutanasia para menores de edad con enfermedades incurables, siempre que se cumplan ciertas condiciones como, por ejemplo, que el niño cuente con el consentimiento de sus padres y con el aval de un psicólogo. La norma entrará en vigor en las próximas semanas.
Bélgica se convierte así en el primer país del mundo que autoriza la eutanasia infantil sin límite de edad. En Países Bajos ya está despenalizada pero sólo para los mayores de 12 años. Para los adultos belgas, la eutanasia ya es legal desde 2002.
La extensión a menores de edad, no obstante, estará sujeta a una serie de condiciones. El niño podrá solicitar la eutanasia si sufre "dolores físicos insoportables e inaplacables", está en fase terminal de su enfermedad y cuenta con el permiso de sus padres y de un equipo médico.
La ley ha contado con el apoyo de los socialistas y liberales valones y flamencos, de los verdes y del partido secesionista flamenco N-VA. En contra se han mantenido los democristianos valones y flamencos y el partido de extrema derecha Vlaams Belang.
La ley ha recibido además las críticas del primer Congreso Internacional de Cuidados Paliativos Pediátricos celebrado esta semana en India y que ha incluido en su declaración final un "llamamiento urgente al Gobierno belga para que reconsidere su decisión".
Los expertos reunidos en el congreso internacional han defendido que todos los menores en estado terminal deben tener acceso a los medios adecuados para controlar el dolor y los síntomas, así como a cuidados paliativos de alta calidad.
"Creemos que la eutanasia no forma parte de la terapia paliativa pediátrica y no constituye una alternativa", dice la declaración recogida por los medios belgas.
También un grupo de casi 40 pediatras belgas publicaron una carta abierta para advertir de que consideran "precipitado" la tramitación de esta ley y señalar que no existe una demanda social ni médica para dar este paso. Una carta similar a la que se habrían sumado hasta 160 pediatras, según informan los medios locales, se ha remitido a los grupos políticos en la víspera del voto para pedirles que lo aplacen hasta la próxima legislatura.
DERECHO A VIVIR CONTRA LA EUTANASIA INFANTIL
La portavoz de la plataforma Derecho a Vivir (DAV), Gador Joya, ha afirmado que la eutanasia infantil, sobre la que el Parlamento belga vota un proyecto de ley para autorizarla, es consecuencia del "desprecio a la vida humana desde su fase más incipiente".
En declaraciones a la prensa para explicar el informe que DAV ha presentado al Ministerio de Justicia con enmiendas a la reforma de la ley del aborto, Joya ha argumentado que se desprecia el valor de la vida de un hijo antes de nacer y nada más nacer.
La eutanasia infantil también es consecuencia de que cuando se aprueban leyes que "no respetan la vida humana en todas sus fases" (como la eutanasia y el aborto), presentándolas solo para casos excepcionales, "nos acabamos deslizando por una pendiente resbaladiza en la que al final todo vale".
Así, ha rechazado el proyecto que se va a votar en Bélgica o el actual protocolo holandés que permite que se pueda acabar con la vida de un recién nacido en su primer mes de vida si tiene una enfermedad grave.
Sobre el caso belga, ha criticado que se asuma que un menor "va a ser capaz de decidir sobre algo tan delicado e importante como es si quiere seguir viviendo o no".
Ha puesto como otros ejemplos de ese "desprecio a la vida" el que en España se pueda "acabar con la vida de tu hijo en la semana 14 porque puede que sea un niño y tú quieras una niña".