El dirigente de la oposición egipcia Mohamed el Baradei acudió hoy a la plaza Tahrir, epicentro de la revuelta popular que comenzó el martes en Egipto, y prometió a los manifestantes que "el cambio llegará".
"Lo que hemos comenzado no tiene marcha atrás", dijo El Baradei en un mensaje que pronunció, megáfono en mano, a parte de los miles de manifestantes que se encontraban esta noche en ese punto del centro de El Cairo, según la cadena de televisión Al Arabiya.
El premio nobel de la paz, muy criticado dentro de Egipto por sus largas ausencias del país, llegó a El Cairo el pasado jueves para sumarse a las manifestaciones que comenzaron el último martes y que buscan la renuncia de Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.
Aprovechando la presencia de miles de manifestantes, que llevan días reuniéndose en esa plaza sin que se hayan levantado tribunas públicas, El Baradei se dirigió a ellos para reiterar declaraciones que ha hecho en los últimos días.
"Este es el comienzo del fin", agregó El Baradei, según la cadena qatarí de televisión Al Yazira.
"Nos han robado nuestra libertad", insistió el ex director de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), quien resaltó que la oposición tiene una demanda clave: "La renuncia del régimen".
El dirigente de la oposición también pidió a Mubarak que se aparte del poder y prepare el terreno "para un gobierno de unidad".
La presencia de El Baradei en la plaza Tahrir se produjo poco después de que se conociera que grupos de la oposición, como los Hermanos Musulmanes y la Asamblea Nacional por el Cambio, que encabeza El Baradei, anunciaran la creación de un comité para analizar con el Ejército el final del régimen Mubarak.
"El comité podría mantener mañana una reunión con responsables militares para analizar un posible cambio del régimen en Egipto", dijo a Efe el dirigente de los Hermanos Musulmanes Saad Katatni.
Se trata del primer paso que dan los grupos de la oposición para establecer puentes de comunicación con los militares, que desde las últimas horas están ocupando altos puestos del Estado y desde el viernes por la noche se han hecho cargo de la seguridad en Egipto.