Los primeros distritos de Bangkok empezaron a quedar sumergidos hoy a causa de las peores inundaciones que ha sufrido el país en cinco décadas, mientras las autoridades intensificaban los esfuerzos para reforzar los diques y drenar agua hacia el mar a través de la red de canales.
A medida que avanzan desde el centro del país, las aguas anegaron al menos siete distritos del norte de la ciudad y provocaron el aumento de dos metros del nivel del río Chao Phraya, que la pasada noche superó los barreras y se desbordó en varios puntos.
Esto obligó al gobernador del área metropolitana, Sukhumbhand Paribatra, a emitir una alerta a los habitantes que viven cerca del cauce fluvial para que pongan sus pertenencias a salvo en sitios elevados o que se dirijan hacia los centros para evacuados habilitados por las autoridades.
El centro de mando que coordina la actuación contra las inundaciones dijo hoy que la peor parte habrá pasado a principios de noviembre, pero urgió a la población a estar preparada mientras dure la amenaza.
La estimación del centro dirigido por el ministro de Justicia, Pracha Promnok, llegó un día después de que la primera ministra, Yingluck Shinawatra, dijera que las aguas que rodean Bangkok no retrocederán hasta dentro de entre cuatro y seis semanas.
En un comunicado, el centro de mando también anunció la apertura de una investigación por parte del departamento de control de la contaminación, después de que en el agua que anega la provincia de Pathum Thani, al norte de Bangkok, se encontraran productos químicos tóxicos.
SE INTENSIFICAN LOS ESFUERZOS PARA REPARAR DIQUES ROTOS
Las autoridades intensificaron sus esfuerzos para reparar diques rotos y levantar más barreras en varios frentes, sobre todo en el norte y el este de la ciudad, donde se encuentran las primeras zonas que han quedado inundadas.
Una de ellas es la de Don Muang, en el norte, donde el agua cubrió unos 30 centímetros varias carreteras por las que circulaban tanto vehículos como pequeñas embarcaciones, si bien no afectó al segundo aeropuerto de Bangkok que se encuentra en esta misma zona y que se mantenía operativo.
Otra zona que se inundó fue el campus de la universidad de Thammasat en Rangsit, donde se encuentra uno de los refugios para personas evacuadas.
El vicerrector Kampol Rujivich dijo que el agua penetró a través de varios agujeros en las barreras de sacos de arena que tuvieron que levantarse veinte centímetros más.
Según Kampol, el aumento del nivel del agua ha complicado las tareas de abastecimiento de agua potable, comida y chalecos salvavidas para los 3.500 evacuados en el centro y los 600 miembros del personal a su cargo.
"Hay varios factores que no podemos controlar. El agua se acerca por dos direcciones", dijo a la prensa Yingluck y advirtió que habrá más zonas que se inundarán a medida que el agua fluye hacia el sur y se evacúa a través de los canales que cruzan la ciudad.
El jefe del Ejército, el general Prayuth Chan-ocha, también avisó a los vecinos del distrito de Ladkrabang y del polígono industrial de Bangchan de que se preparen para una posible evacuación.
Mientras, el ministro de Sanidad Pública, Witthaya Buranasiri, dijo que varios hospitales de provincias no afectadas han recibido instrucciones de preparar un millar de camas para acoger pacientes ingresados en centros situados en las zonas más golpeadas por las inundaciones.
Un centenar de enfermos en estado crítico ya han sido evacuados a otros hospitales por carretera en ambulancias o aviones del Ejército, mientras médicos y enfermeras fueron enviados a las 28 unidades médicas creadas en centros para desplazados.
A pesar de que hasta el momento el centro de Bangkok se ha librado de las inundaciones, numerosos edificios públicos, casas y negocios protegían la entrada a los inmuebles con barreras de sacos de arena o incluso muros de ladrillos levantados en la acera.
UN MILLÓN DE PERSONAS SE HAN VISTO DESPLAZADAS
Unas 356 personas han muerto y más de 113.000 se encuentran alojadas en refugios temporales a causa de las inundaciones que empezaron en el mes de julio, cuando se desbordaron los primeros ríos y pantanos con la llegada de las copiosas lluvias del monzón.
Según el Gobierno, hasta un millón de personas se han visto desplazadas de sus hogares y han tenido que refugiarse en los centros de acogida o en casas de familiares que residen en provincias no afectadas.
Unas 28 provincias de la meseta central, un tercio de la superficie total del país, permanecen anegadas, así como más del 10 % del total de la superficie dedicada a la agricultura.