El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy las dos explosiones en el norte del Líbano que dejaron al menos 37 muertos y medio millar de heridos, y pidió a todas las partes "contención".
"El secretario general condena la explosión de dos coches bombas poco después del rezo del viernes a las afueras de dos mezquitas en la ciudad de Trípoli, en el norte del Líbano", dijo la oficina del portavoz de la ONU en un comunicado.
Ban, que transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas y al gobierno libanés, hizo un llamamiento a todas las partes para que muestren "contención" y se mantenga "unidos" y apoyen a las fuerzas de seguridad a mantener la calma.
Por último, confió en que los responsables de estos "cobardes actos de violencia" sean llevados ante la justicia "lo antes posible" y reiteró la determinación de la comunidad internacional a seguir apoyando la paz y la estabilidad en el Líbano.
La primera explosión fue en la mezquita de Al Taqwa, en el centro de Trípoli, donde el rezo fue presidido por el jeque Salem Rafei, mientras que la segunda tuvo lugar minutos después frente a la mezquita As Salam, cerca del puerto de la ciudad.
NUEVO BROTE DE VIOLENCIA
Por otro lado, Ban expresó hoy su "gran preocupación" por el lanzamiento este jueves de cuatro proyectiles contra Israel desde una zona próxima al campo de refugiados palestinos de Rachadiyeh, situado en el sur del Líbano.
"Es una clara violación de las resoluciones de la ONU y nuestra misión en el Líbano (FINUL) está investigando las circunstancias que rodearon a este incidente junto a las fuerzas armadas libaneses e israelíes", dijo la oficina del portavoz en otro comunicado.
Ban también tomó nota de los ataques de represalia del Ejército israelí en la zona de Na'ameh, condenó todas las violaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad y llamó a las partes a ejercer "máxima contención" y a respetar el acuerdo de cese de hostilidades.
Las explosiones en Trípoli y el disparo de proyectiles coinciden con un nuevo brote de violencia este verano en el Líbano con varios atentados con coche bomba, incluido el del pasado 15 de agosto que dejó 27 muertos en un feudo del grupo chií Hizbulá en Beirut.
El Gobierno libanés responsabiliza a Israel de ese ataque, que se produjo un día después de que Hizbulá reivindicara la autoría de las explosiones que hirieron a cuatro soldados israelíes el pasado 7 de agosto en territorio libanés.