Las fuertes lluvias que golpean desde hace días el sur de Japón han elevado a 22 el número de fallecidos en las provincias de Oita, Kumamoto y Fukuoka, donde 8 ciudadanos siguen desaparecidos, informó hoy la cadena NHK.
Aunque las tormentas han remitido desde ayer por la noche, la Agencia Meteorológica de Japón ha pedido que se mantenga la precaución ante posibles corrimientos de tierra y desbordamientos de ríos y canales, después de que Fukuoka y Oita registraran entre el viernes y el sábado hasta 400 milímetros de precipitaciones.
La policía prosigue hoy la búsqueda de las ocho personas desaparecidas en estas tres provincias de la isla de Kyushu, donde la orden de evacuación sigue aún en vigor para unas 120.000 personas.
La provincia de Kumamoto es donde las lluvias han dejado más víctimas, ya que al menos 18 personas han perdido allí la vida por desprendimientos de tierra o al derrumbarse sus viviendas a causa de las fuertes precipitaciones.
En total, las tormentas han provocado el derrumbe de 145 viviendas y han anegado unas 800 en toda Kyushu.
Las lluvias también han derribado postes eléctricos y han dejado sin luz a unas 7.000 casas.
También han obligado a suspender temporalmente el servicio de tren bala entre las estaciones de Hakata (provincia de Fukuoka) y de Kumamoto, así como a cerrar algunas autopistas.
En Kyushu, la agencia meteorológica mantiene la alerta máxima en la provincia de Fukuoka, y la alerta amarilla en Oita, Kumamoto, Kagoshima y Nagasaki.
Debido al desplazamiento del frente tormentoso, el organismo ha decretado ahora la alerta máxima en la provincia de Niigata (noroeste), al tiempo que mantiene la alerta amarilla en más de veinte regiones del sur, centro y norte del país.