La cifra provisional de fallecidos en el fuerte terremoto que sacudió la provincia turca de Van el domingo ha subido a 269, según fuentes oficiales citadas por el diario Today's Zaman. Las autoridades turcas tienen constancia de que al menos 366 personas se encuentran aún bajo los escombros y falta además información sobre la situación en los pueblos y las aldeas de montaña, adonde los equipos de rescate comenzaron a llegar hoy. La cifra de heridos es ya de 1.300, según el viceprimer ministro Besir Atalay.
Los equipos de rescate, que estuvieron trabajando toda la noche, siguen esforzándose en localizar a personas atrapadas bajo los escombros, principalmente en Van, capital de la provincia del mismo nombre, y en la localidad de Ercis, donde al menos 80 edificios se han derrumbado.
Según explicaron los expertos a la cadena NTV, resulta de extrema importancia acelerar los trabajos de rescate porque, aunque una persona puede aguantar hasta una semana atrapada en los escombros sin alimento ni agua, las bajas temperaturas y la nieve reducen las posibilidades de supervivencia.
Por el momento, los equipos de la Media Luna Roja han repartido 8.000 tiendas de campaña, más de 25.000 mantas y unas 4.000 estufas ya que uno de las principales preocupaciones es proteger a los damnificados de las bajas temperaturas y las previsiones de nieve para los próximos días.
El terremoto tuvo una magnitud de 7,2 grados en la Escala de Richter y tuvo su epicentro en la localidad de Tabanli, cerca de la frontera con Irán. El temblor se produjo a unos cinco kilómetros de profundidad y se sintió en las vecinas provincias de Bitlis, Mus, Batman, Diyarbakir y Hakkari, e incluso en zonas del norte de Irak.