Los cooperantes Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons han llegado hoy a Madrid, sonrientes y en buen estado de salud, después de poner fin a la pesadilla vivida durante casi nueve meses de secuestro en el norte de Mali a manos de un grupo islamista radical.
El avión de la Fuerza Aérea que les ha traído desde Burkina Faso ha aterrizado poco antes de las 20.00 horas en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde les han esperado sus familiares y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Tras bajar las escalerillas del avión con gesto de emoción y caminar unos metros, Fernández de Rincón y Gonyalons se han abrazado con júbilo a sus allegados junto a la pista de aterrizaje.
El recibimiento ha sido en la intimidad, ya que sólo se ha permitido que una cámara de televisión y un fotógrafo registraran la bienvenida.
Junto a Sáenz de Santamaría, que ya pudo conversar por teléfono esta mañana con Gonyalons y Fernández de Rincón una vez que estuvieron a salvo, ha acudido a Torrejón el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito.
El avión Falcon enviado desde España para transportar a los liberados partió de vuelta sobre las 16.00 hora peninsular desde una base militar de Uagadugu, la capital voltense, desde donde la italiana Rossella Urru, compañera de cautiverio, tomó otro vuelo hacia Roma.
FELICES Y CON BUEN ASPECTO
En su primera aparición en público, los tres cooperantes se mostraron felices y con buen aspecto físico, aunque Gonyalons cojeaba ligeramente de una pierna a causa de una herida.
Estuvieron acompañados por dos mediadores voltenses que participaron en su liberación, así como por agentes de los servicios de inteligencia de España e Italia y del equipo médico que les hizo una revisión.
"Doy las gracias al Gobierno de Burkina Faso por la liberación", dijo Gonyalons, quien rehusó hacer comentarios sobre las condiciones de vida durante el secuestro a manos del grupo salafista Movimiento Unicidad y Yihad en África del Oeste (Muyao).
Uno de los intermediarios, el general Gilbert Diendéré, asesor de seguridad del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, se limitó a decir que las dos mujeres estuvieron juntas durante los últimos cinco meses, mientras el otro rehén permaneció aislado.
A Uagadugu llegaron en helicóptero desde la localidad de Gorom, ya en territorio voltense, a 300 kilómetros al norte de la capital.
Una tormenta de arena retrasó su llegada desde la vecina Mali, donde fueron puestos en libertad después del rapto de cerca de nueve meses.
Junto con Urru, fueron apresados el pasado 22 de octubre cuando estaban como voluntarios en el campamento saharaui de Rabuni, cerca de Tinduf (Argelia), de donde fueron trasladados al norte de Mali.
Uno de los dirigentes del grupo terrorista, Mohamed Uld Hisham, ha afirmado a Efe que la puesta en libertad se llevó a cabo una vez cumplidas las exigencias que habían impuesto.
"Todas las condiciones fueron satisfechas", señaló el portavoz de Muyao.
Según ha indicado una fuente de seguridad maliense, además del pago de un rescate, fueron excarcelados tres combatientes islamistas a cambio de dejar libres a los rehenes.