El debate entre los candidatos republicanos a la presidencia de EEUU previo a las primarias del martes en Nuevo Hampshire estuvo marcado por los numerosos ataques al senador Marco Rubio, los abucheos recibidos por el magnate Donald Trump y la buena actuación del gobernador Chris Christie.
Al debate, transmitido por la cadena ABC y celebrado en el Saint Anselm College de Manchester (Nuevo Hamsphire), llegaba Rubio como favorito tras su tercer puesto en los caucus (asambleas populares) de Iowa y su repunte en las encuestas, que lo ubican segundo para las primarias del próximo martes por detrás de Trump.
Por ello, el senador de origen cubano se convirtió en el blanco de los ataques de sus rivales y en particular de Christie, gobernador de Nueva Jersey, que acusó a Rubio de ofrecer respuestas enlatadas para casi todo y de ausentarse con demasiada frecuencia de las votaciones en el Senado.
"Eso no es liderazgo. Es absentismo escolar", dijo Christie sobre las ausencias de Rubio en el Senado y convirtió esa frase en una de las más comentadas de la noche junto con el comentario de que su rival tiene "un discurso de 25 segundos memorizado" para repetir en cuanto tiene oportunidad. Rubio no salió muy bien parado del ataque, especialmente porque su respuesta a Christie sonó a frase enlatada y repetitiva.
El senador por Florida fue el más buscado en Google durante el debate, según datos del propio buscador, y también durante un buen rato el más mencionado en Twitter, aunque finalmente fue superado por Trump en la red social.
El magnate venía de protagonizar el anterior debate televisado por su comentada ausencia debido a su enfrentamiento con la cadena organizadora, Fox, pero hoy ya no fue el centro de atención pese a haber quedado segundo en Iowa y a que lidera los sondeos en Nuevo Hampshire.
Lo más tuiteado de la noche fue el momento en que Trump mandó callar al exgobernador Jeb Bush, a lo que el público respondió con abucheos y el magnate, fiel a su estilo, quiso tener la última palabra: "Son sus donantes e intereses especiales (...) Yo no quiero su dinero", dijo.
Bush, al igual que Christie y el gobernador de Ohio, John Kasich, necesitaba tener una buena actuación para tratar de arañar votos en Nuevo Hampshire y, según los analistas, los tres salieron al menos indemnes del debate.
La política exterior ocupó buena parte del debate, a cuyo inicio se conoció precisamente la noticia del lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte del régimen de Corea del Norte, una acción que parte de la comunidad internacional considera una prueba balística encubierta.
Para el senador Ted Cruz, esta nueva prueba de Corea del Norte es "resultado directo de los fracasos" de la Administración del expresidente Bill Clinton, que relajó las sanciones contra ese país.
"Tenemos que incrementar la presión" sobre Corea del Norte, dijo por su parte Kasich. "No podemos seguir siendo débiles frente a los norcoreanos o, francamente, ante el resto del mundo", añadió.
Mientras, Bush denunció que el lanzamiento norcoreano está relacionado con la "paciencia estratégica" del Gobierno de Barack Obama y se mostró partidario de un "ataque preventivo" para mantener a salvo a EEUU si es necesario. Al respecto, Trump afirmó que su estrategia ante Corea del Norte sería dejar que China "resuelva el problema", porque, a su juicio, es Pekín quien tiene un control "prácticamente absoluto" sobre Pyongyang.
En cuanto a la lucha antiterrorista, el magnate se mostró partidario no solo de restablecer la tortura por ahogamiento simulado a sospechosos de terrorismo si llega a la Casa Blanca, sino de aplicar tácticas "mucho peores". "Restablecería el waterboarding (ahogamiento simulado) y un infierno mucho peor que eso", prometió Trump.
Esa polémica técnica, utilizada por la Administración de George W. Bush para extraer información a los sospechosos detenidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, fue prohibida por Obama poco después de llegar al poder en 2009.
Por su parte, Cruz comentó que, bajo la definición "generalmente reconocida" de tortura, no se puede considerar al ahogamiento simulado como tal, aunque anotó que no sería partidario, si llegase a la presidencia, de un uso "generalizado" de esa técnica.
Tras proclamarse vencedor en Iowa, Cruz mantuvo un perfil bajo y evitó el enfrentamiento con Trump, mientras que el neurocirujano Ben Carson pasó prácticamente desapercibido, al igual que ha ocurrido en el resto de debates. Los dos candidatos excluidos del debate por sus pobres resultados en los últimos sondeos fueron Jim Gilmore y Carly Fiorina, la única mujer entre los aspirantes a la nominación republicana.