Julian Assange, fundador y director de la página web WikiLeaks, dijo hoy que ha recibido "amenazas de muerte" a consecuencia de las filtraciones de material confidencial de EEUU y que está adoptando las medidas apropiadas al respecto.
Assange respondió a preguntas de los lectores durante una sesión on line con el diario británico "The Guardian", uno de los cinco medios que han tenido acceso a los documentos clasificados de EEUU relevados por esa web.
Preguntado si temía por su seguridad, el director del polémico portal respondió: "Las amenazas contra nuestras vidas son asunto de dominio público, aunque estamos adoptando las precauciones apropiadas hasta el grado en que somos capaces cuando se trata de lidiar con una superpotencia".
Assange también reveló que los cables diplomáticos de EEUU filtrados, junto con "material significativo de EEUU y otros países", habían sido copiados en un fichero codificado a más de 100.000 personas de todo el mundo por si algo le sucediera a él o a su equipo.
"Si algo nos ocurriera a nosotros, las partes cruciales (de esos cables) se publicarán de forma automática", explicó.
"Es más, los archivos del 'cablegate' -como se conoce el caso en EEUU- se encuentran en manos de múltiples organizaciones de noticias. La historia ganará. El mundo será elevado a un lugar mejor. ¿Sobreviviremos? Eso depende de vosotros", agregó Assange.
El fundador de WikiLeaks, que actualmente es requerido en Suecia en relación con supuestos delitos de agresión sexual que él niega, y quien se encuentra viviendo, al parecer, en el sureste de Inglaterra, también cree que le será "imposible" regresar a su país.
"Soy ciudadano australiano y echo muchísimo de menos mi país. Sin embargo, durante las últimas semanas, la primera ministra australiana, Julia Gillard, y el fiscal general, Robert McClelland, han dejado claro no sólo que mi regreso es imposible, sino que están trabajando de forma activa para ayudar al gobierno de EEUU en sus ataques contra mí mismo y contra nuestra gente", indicó Assange.
También hizo alusión al portal estadounidense Amazon (AWS), que dejó de acoger la página web en sus servidores: "Desde el 2007 hemos colocado nuestros servidores de forma deliberada en jurisdicciones que sospechamos sufrían de un déficit en su libertad de expresión para separar la retórica de la realidad. Amazon fue uno de esos casos".