El presidente sirio, Bashar al Assad, ha propuesto este domingo la celebración de una conferencia de "reconciliación" con aquellos que "no han traicionado a Siria", una iniciativa que vendría seguida de la formación de un nuevo gobierno y la aprobación de una amnistía.
En su primer discurso público desde la entrevista concedida a una cadena rusa en noviembre de 2012, el presidente sirio ha dejado claro que no dialogará con la "marioneta creada por Occidente", en referencia a la coalición de opositores reciéntemente creada y que ha recibido el respaldo de países occidentales.
"La primera etapa de la solución política requerirá que las potencias regionales dejen de financiar y armar (a la oposición) y que terminen las operaciones terroristas y el control de las fronteras", ha dicho.
"Hoy nos reunimos cuando el sufrimiento es incontenible en el territorio sirio. No hay lugar para la alegría mientras la seguridad y la estabilidad están ausentes en las calles de nuestro país", ha subrayado, en su parlamento en el palacio de la Ópera de Damasco. "La nación es de todos y todos debemos protegerla", ha recalcado.
El presidente sirio insistió hoy en que su misión es "solo defender a Siria de sus enemigos", en lo que calificó como un conflicto "nunca visto" en la región.
En su primer discurso a la nación en cinco meses, Al Asad aseguró que detrás de las milicias rebeldes está la ideología de la red terrorista internacional Al Qaeda y subrayó que existe un plan exterior para fragmentar el país.
Pero "Siria es más fuerte que sus enemigos y les dará una lección", afirmó el mandatario en la Casa de la Ópera de Damasco ante una audiencia que coreó su nombre y lo ovacionó en repetidas ocasiones.
En este contexto, agradeció a China, Rusia e Irán por mantenerse firmes y "luchar contra la injerencia" de los países occidentales y árabes que, a su juicio, participan en el "complot internacional" contra Siria.
"Estamos en una situación de guerra, en todo el significado de la palabra, contra un enemigo exterior", reiteró antes de subrayar que "defender el país es una opción legítima y legal".
A este respecto, Al Asad defendió de nuevo la respuesta militar contra los "terroristas", ya que en su opinión "quienes hablan solo de una solución política para el conflicto o son ignorantes o utilizan el mismo lenguaje que los criminales".