Una guardia de honor se encargó de arriar entre vítores la bandera confederada del recinto del Capitolio de Carolina del Sur, un hecho histórico que acaba con décadas de protestas por las connotaciones racistas de esta enseña del Sur secesionista.
La bandera ha dejado de ondear frente al edificio del Capitolio en Charleston tras la firma este jueves de una ley que avala su retirada, después de que el debate sobre la enseña se intensificara con la muerte a tiros de nueve feligreses negros a manos de un joven con ideas supremacistas el mes pasado.
Centenares de personas se congregaron para presenciar el histórico momento frente al mástil en los jardines del Capitolio y celebraron la retirada con gritos de Take it down! (!Retirenla!) y "USA".
La bandera confederada fue trasladada en 2000 desde lo alto de la cúpula del Capitolio, la sede del Legislativo del estado, para colocarla en un mástil en los jardines del edificio.
Ahora, la enseña confederada, el estandarte del bando rebelde en la Guerra Civil estadounidense (1861-1865), que defendía la vigencia de la esclavitud, pasará a un museo militar, donde se habilitará una sala especial.
El jueves, la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, firmó inmediatamente la ley acordada por el Congreso estatal para retirar la bandera confederada. Haley dijo que ninguno de los ciudadanos del estado debería "sentirse dolido" al pasar por la sede del Legislativo y ver esa bandera.
La población negra del estado ha pedido durante décadas que se deje de venerar la bandera confederada por ser un símbolo de represión, racismo y supremacía blanca, que sobrevivió a la derrota en la Guerra Civil y al fin de las leyes segregacionistas en 1965.