La sede principal de la Policía de la ciudad egipcia de Port Said se incendió hoy en medio de los graves disturbios que estallaron en las últimas horas y que se han saldado con al menos seis muertos, entre ellos tres policías.
Una fuente de la seguridad egipcia informó a Efe de que la sede de la seguridad provincial está ardiendo, así como dos salas del edificio de la Gobernación de Port Said, en el noreste de Egipto.
En los alrededores de estos edificios se registran enfrentamientos entre manifestantes, que lanzan piedras y cócteles molotov, y policías, que responden con gases lacrimógenos.
En un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias Mena, el Ministerio agregó que, además de en Port Said, también hubo choques que causaron heridos en la capital egipcia y la provincia de Daqahliya, en el delta del río Nilo.
La cifra total de heridos en los distintos incidentes ascendió a 579, de los que 262 siguen hospitalizados.
El responsable del Ministerio en Port Said, Helmy al Afny, dijo a Efe que entre los muertos hay dos policías y uno de los heridos de Port Said es un general del Ejército que recibió un disparo en un pie.
La mayoría de los heridos en esa ciudad del canal de Suez sufrió síntomas de asfixia por el lanzamiento de gases lacrimógenos, explicó Al Afny.
La agencia estatal informó de que los choques, que estallaron ayer durante una protesta en contra del traslado de los presos de la prisión de Port Said, se prolongaron hasta las primeras horas de hoy.
El Ministerio egipcio del Interior había anunciado el traslado para evitar disturbios en los próximos días, dado que está previsto que un tribunal emita el sábado próximo la sentencia definitiva por la masacre del estadio de Port Said, en febrero de 2012, en la que murieron 74 personas.
La condena a muerte de 21 acusados de la matanza desató a finales de enero una ola de violencia e indignación popular que llevó a las autoridades a declarar el toque de queda en la ciudad. El tribunal aún debe pronunciarse sobre otros 52 inculpados.
Tras conocer las gestiones para el traslado de los presos, cientos de familiares de los acusados se manifestaron y atacaron la sede de la policía en esa ciudad.
Para intentar contener la violencia, el Ministerio del Interior decidió hoy que los condenados -que han sido trasladados en secreto, sin que sus familias conozcan su paradero- regresarán a Port Said cuando se hagan públicas las sentencias que faltan.