La Torre Eiffel y sus alrededores fueron evacuados este martes por una amenaza de bomba, después de que una llamada anónima alertara de la colocación de un artefacto explosivo, que no fue encontrado, informaron fuentes policiales. La estación de cercanías de Saint-Michel, situada lejos de la torre, también fue evacuada por otra llamada de amenaza.
Las autoridades se tomaron en serio estas dos amenazas a causa de la proximidad de la fecha del 11-S, aniversario de los atentados de Nueva York del 2001, y porque los parlamentarios adoptaron la ley que prohíbe llevar el velo integral en la calle en Francia.
Tras varias horas de registro de los dos lugares amenazados, los agentes concluyeron que se trataba de una falsa alarma. La torre Eiffel fue desalojada por las fuerzas de policía sobre las 19.00 horas GMT, al igual que los jardines de Marte, adyacentes a la torre.
La sociedad que gestiona el monumento recibió una llamada anónima sobre las 18.20 GMT y alertó enseguida a la policía, que envió al lugar importantes medios humanos especializados en la búsqueda de bombas y perros adiestrados. Según estimaciones policiales, unas 2.000 personas se encontraban en el lugar, uno de los más visitados de la ciudad que más turistas recibe del mundo.
Paralelamente se recibió otra llamada que avisaba de la colocación de un artefacto en la estación de Saint-Michel, cerca de la catedral de Notre Dame, y que ya fue objeto de un atentado en 1995 que causó ocho muertos y 150 heridos. La estación fue evacuada y los trenes no pararon en la misma a su paso por las vías. El registro de las instalaciones concluyó que tampoco había ningún artefacto, por lo que se consideró falsa la alarma.
APROBADA LA LEY QUE PROHÍBE LLEVAR VELO INTEGRAL EN ESPACIOS PÚBLICOS
La prohibición de llevar velo integral en todos los espacios públicos de Francia quedó precisamente este martes definitivamente plasmada en ley, después de que los senadores aprobaran un texto que ha levantado gran polémica en el país.
La ley ya había recibido el respaldo de la Cámara de Diputados en julio y ahora debe pasar el examen del Consejo Constitucional, a cuyo dictamen la sometió el propio presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer, para eliminar cualquier incertidumbre.
El Constitucional dispone ahora de un mes para pronunciarse sobre la ley que, de pasar este último trámite, puede entrar en vigor en la primavera de 2011, tras medio año de periodo de información.
Las dudas jurídicas sobre la prohibición del burka son las únicas que han generado división entre la clase política francesa, masivamente favorable a prohibir un vestido que va contra los principios de la República. Por esa razón, la polvareda que ha levantado este texto en la calle no se corresponde con la unanimidad que tuvo en las cámaras, donde ha sido aprobada casi sin oposición.