Un total de 47.017 autónomos echaron el cierre en 2012, lo que supone un descenso del 1,5% en la afiliación al Régimen Especial de este colectivo (RETA) durante los últimos doce meses, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
Este descenso, superior al registrado en 2011, cuando cesaron su actividad un total de 32.579 autónomos, fue generalizado en toda España, con las únicas excepciones de Canarias, donde hubo un tímido repunte del 0,02%, y Ceuta y Melilla, con incrementos del 3,7% y 3,6%, respectivamente.
En el resto de comunidades autónomas el elevado número de bajas producidas a lo largo de 2012 no lograron superar las nuevas altas, siendo el Principado de Asturias la región que lideró la lista de pérdidas de autónomos, con un descenso del 2,3%. A continuación, se situaron Cataluña (-2%) y Valencia y Cantabria, ambas con caídas del 1,9%.
Con un descenso aún superior a la media, se situaron también Navarra (-1,8%), Castilla-La Mancha (-1,8%), Castilla y León (-1,7%), País Vasco (-1,6%) y Aragón (-1,6%).
En coincidencia con el promedio nacional, se encontraron la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia, mientras que por debajo de ese nivel completaron la lista Galicia (-1,4%), Andalucía (-1,1%), Extremadura (-1%), La Rioja (-0,9%) y Baleares (-0,7%).
LA CONSTRUCCIÓN, DONDE MÁS AUTÓNOMOS CAEN
En cuanto a los sectores de actividad, el informe elaborado por ATA muestra cómo, un año más, la construcción fue el que registró una mayor pérdida en el número de autónomos, con un descenso del 8,2%, por delante de la industria (-2,9%), la agricultura (-2%) o el transporte (-2,3%).
Cabe destacar el caso de la hostelería, sector que a pesar de verse fuertemente afectado por la actual situación económica ha conseguido cerrar 2012 en positivo y que cuenta con 250 autónomos más que en diciembre de 2011.
Asimismo, el informe refleja que a lo largo de 2012 ha habido sectores que también han logrado aumentar el número de emprendedores, en unos casos por ser sectores en auge, como el de las actividades sanitarias (+4,7%) o actividades profesionales (+1,3%), y en otros por la externalización de servicios que se está produciendo, dándose un trasvase del régimen general al de autónomos, como ha ocurrido en el sector de información y comunicación (+1,7%).