El oro se desplomó hoy el 9,3 % en Nueva York, su peor caída desde 1980, y cerró en 1.361,1 dólares la onza después de que los decepcionantes datos sobre el crecimiento de China provocasen una caída generalizada en la cotización de las materias primas.
Al cierre de la primera sesión de la semana en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos más negociados de oro, los de vencimiento en junio, restaron 140,3 dólares la onza, un caída jamás vista en tres décadas, para terminar a su nivel más bajo desde febrero de 2011.
Así, el metal precioso dio continuidad a las fuertes pérdidas de la semana pasada, cuando se dejó cerca del 5 %, de modo que acumula una caída superior al 20 % desde que alcanzó el máximo histórico de 1.888,7 dólares en agosto de 2011.