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La UE se mostró aliviada y confiada en que podrá revertir la crisis de la deuda tras el acuerdo alcanzado sobre el segundo rescate a Grecia, pero la amenaza de un impago selectivo se cierne ya un día después sobre la deuda helena. "Lo que ha logrado la cumbre es un excelente resultado que pone a la economía europea y a la política económica europea en buenas condiciones para superar la crisis", afirmaron hoy funcionarios de la Unión Europea.

El alivio era notable en los pasillos de las instituciones europeas, sobre todo después de que las bolsas europeas reaccionaran positivamente a las medidas, que contienen por un lado el plan de rescate a Grecia -más ayuda y condiciones más favorables- y por el otro instrumentos de estabilización y prevención de crisis.

La UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tendrán que desembolsar 109.000 millones de euros en el segundo rescate a Grecia, mientras que el sector privado -al que se incluye por primera vez en un plan de ayuda- contribuirá de manera "voluntaria" con otros 50.000 millones de euros al programa.

De este último importe, 37.000 millones de euros provendrán de una contribución neta y 12.600 millones de un programa de recompra de bonos griegos.

UNA ALEGRIA QUE DURÓ POCO

Pero la alegría de la UE y de las bolsas duró poco: la primera advertencia de los mercados no se hizo esperar. La agencia de calificación de riesgos Fitch anunció que situará a Grecia en "impago restringido" y rebajará la calidad crediticia de sus bonos a nivel de "impago" el día en que el periodo de oferta para canjear los bonos se cierre. Se trataría del primer impago de la historia de la unión monetaria europea.

Según funcionarios de la UE, cualquier impago selectivo sería "muy limitado" en el tiempo.

Todavía el jueves, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo no creer que el segundo rescate pueda considerarse un impago, pero añadió que, en cualquier caso, los países de la UE "están preparados" si se llegara a este extremo.

De hecho, los líderes de la eurozona han incluido salvaguardas en el plan de rescate para responder a cualquier impago ante la amenaza de Trichet de dejar de aceptar deuda griega como aval en las operaciones de refinanciación de los bancos griegos en caso de que la solución acordada provoque una declaración de impago.

Por ello la UE ha decidido aportar además 35.000 millones de euros como garantía para facilitar a los bancos griegos el acceso a financiación durante el "breve" periodo que duraría esa calificación de impago, indicaron las fuentes de la UE.

30 ENTIDADES FINANCIERAS, ENTRE ELLAS EL BBVA, PARTICIPARÁN EN EL RESCATE A GRECIA

De acuerdo con el Instituto Internacional de Finanzas, hasta el momento 30 entidades financieras han aceptado participar en el segundo rescate a Grecia, entre ellas el banco español BBVA.

Los bancos tendrán cuatro opciones para participar: tres son diferentes formas de canje con descuentos y diferentes plazos de vencimiento (15 y 30 años) y un intercambio de bonos una vez cumplan su vencimiento por otros de 30 años.

Los inversores tendrán que asumir una pérdida del valor neto de sus posiciones del 21 %, pero la UE calcula que la aportación del sector privado ayudará a reducir la deuda pública griega en 12 puntos porcentuales del PIB de un total de 160 %.

También ayudará a Grecia -pero también a Irlanda y a Portugal- la ampliación de los plazos de vencimiento de los préstamos procedentes del fondo de rescate desde los actuales siete años y medio a un mínimo de 15 años y un máximo de 30 años y con un período de gracia de diez y la reducción de los tipos de interés al 3,5 %.

Los nuevos poderes del fondo de rescate acordados el jueves permitirán a la UE prevenir futuras crisis. Podrá actuar por precaución con líneas de créditos preventivas, recapitalizar a bancos a través de préstamos a gobiernos e intervenir en el mercado secundario de la deuda.

Habrá que ver ahora si se requiere un cambio legal o se puede hacer las modificaciones a través de provisiones, señaló la UE.

También la llamada "troika" - el BCE, el FMI y la Comisión Europea- tendrá que negociar ahora con Atenas un nuevo programa, que se espera para después del verano, de acuerdo con la UE.