El ministro español de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, aseguró hoy que el problema fundamental de Europa y España "ya no es la austeridad fiscal, sino volver al crecimiento económico".
"La austeridad fiscal es necesaria, es un elemento de generación de confianza, pero en el entorno actual se tiene que complementar con otras políticas que fomenten el crecimiento a medio plazo", afirmó el ministro en una rueda de prensa.
De Guindos hizo escala en Washington para entrevistarse con el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, quien apoyó, según el ministro, las decisiones tomadas por el Gobierno español.
"He tenido la oportunidad de exponerle las reformas que hemos hecho en España y las líneas básicas de la política económica española y ha sido muy interesante tanto para él como para mí", comentó.
Según De Guindos, la conversación de hoy "pone de manifiesto que, en última instancia, el Gobierno americano y la Reserva Federal, como ya manifestó el presidente (Barack) Obama, apoyan el programa de reformas de la economía española".
Bernanke comentó durante el encuentro que "hay señales claras en la dirección correcta" provenientes de Europa, según De Guindos.
Entre esas señales mencionó los cambios políticos ocurridos en Italia y España, dos de las principales economías de la zona euro, la inyección de liquidez del Banco Central Europeo, y la aprobación del segundo plan de rescate de Grecia y del pacto fiscal en la UE.
El ministro insistió en que "el objetivo básico y fundamental de Europa en los próximos meses" debe ser la vuelta al crecimiento económico y la generación de empleo.
"Europa está en recesión", aunque suave, subrayó el ministro, y recordó que ayer mismo la Comisión Europea predijo un crecimiento negativo para la zona del euro durante 2012.
De Guindos explicó que las medidas tomadas hasta ahora por el Gobierno español son "claramente positivas para el crecimiento económico" y citó, en primer lugar, la reforma laboral, que "va a ayudar a que se acabe con la hemorragia de la destrucción de empleo y del incremento del paro" y "va a crear empleos".
"Se trata de que las empresas españolas no tengan más que una salida ante una caída de la actividad económica o una recesión, que es echar a la gente; es la única salida que tenían, y eso no puede continuar así", dijo.
De Guindos se refirió igualmente a los efectos esperados de la reforma bancaria, cuyo propósito es "introducir claridad y transparencia en las valoraciones de los bancos, sin dinero público, para que después tengamos unas entidades que estén más saneadas, sean más fuertes, y estén en condiciones de conceder crédito".
España, argumentó, "fue el país que puso en marcha el mayor estímulo fiscal de gasto público, pasando de un superávit del 2 % a un déficit del 11 % y, simultáneamente, fuimos el país que más empleo destruyó".
Por ello, "la cuestión no es tanto el incremento del gasto público como tomar medidas que aumenten la confianza en la economía española" y, según De Guindos, tanto la reforma laboral como la del sector financiero contribuirán a ese fin.
Indicó que de los trece puntos de expansión fiscal registrados entre 2004 y 2009, cerca de un 60 % se debió a la acción de los estabilizadores automáticos (aumento del gasto social obligatorio como resultado de la recesión) pero el 40% se debió a "paquetes discrecionales", como el plan E.
"Si ese 40 % no se hubiera tomado, la situación de España hoy sería completamente distinta desde el punto de vista de la sostenibilidad fiscal", aseguró.
"No habríamos tenido un déficit público en el entorno del 8 % como el que hemos tenido a finales del año pasado", afirmó.
"Nadie niega que España, durante la crisis, necesitaba un estímulo fiscal, pero en vez de irnos a un déficit del 11 % nos habríamos ido a uno del 7 o el 8 %, y si hubiéramos estado en ese déficit, no tengan la más mínima duda de que nos habríamos encontrado en una situación completamente distinta", recalcó De Guindos.
El ministro viajará este fin de semana a México para participar en la reunión ministerial del G-20, donde se reunirá con su colega estadounidense, Timothy Geithner.
El lunes, De Guindos efectuará una escala en Nueva York para reunirse con inversores y después partirá de regreso a España.