La primera cumbre formal de la zona euro, prevista en un principio para el próximo viernes, no será finalmente convocada, ante la falta de un acuerdo con Alemania para reforzar los mecanismos de rescate, según fuentes diplomáticas. La zona euro espera solucionar esta cuestión en marzo, de forma que la decisión se tomará en otra reunión, posiblemente ministerial. Las fuentes precisaron que la cumbre del euro del viernes no se ha anulado, ya que nunca llegó a convocarse formalmente.
La zona euro quería celebrar esa cumbre al final de la próxima reunión de jefes de Estado y Gobierno de la UE (jueves y viernes de esta semana). Ahora, los líderes de los diecisiete países de la moneda única aprovecharán la primera jornada de la cumbre de la UE para celebrar una reunión muy corta en la que nombrarán a Herman Van Rompuy como presidente de las cumbres del euro, explicaron las fuentes.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ya reconoció ayer que era poco probable que los países de la zona euro lograran convencer a Alemania hasta el viernes para que aceptara el refuerzo de los dos mecanismos de rescate de países en dificultades. "Parece que no va a haber una decisión en este Consejo", en parte porque la eurozona está ahora centrada en la implementación del segundo rescate para Grecia y algunos consideran, señaló Barroso, quien añadió que es mejor tomar una decisión cuando se tenga una "fotografía más clara" del resultado de la participación de la banca en el canje de bonos. "Espero, y estoy seguro que así sea, que durante marzo los Estados miembros de la eurozona tomen una decisión al respecto", añadió Barroso en una conferencia en Bruselas.
A debate está la posibilidad de combinar los fondos que quedan en el fondo de rescate temporal, unos 250.000 millones de euros, con el mecanismo permanente, de manera que la eurozona disponga de una capacidad de intervención de 750.000 millones. El fondo permanente (MEDE) será adelantado un año y entrará en vigor en julio, mientras que el temporal (FEEF) dejará de funcionar a mediados de 2013, con lo que los dos fondos de rescate actuarán durante un año en paralelo, pero en principio el tope para la capacidad de intervención de ambos ha sido establecido en 500.000 millones de euros.
La mayoría de los países miembros de la eurozona, al igual que la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y hasta Estados Unidos abogan por un reforzamiento y favorecen la idea de que se combinen las dos capacidades. El fin de semana, los ministros de Finanzas del G20 acordaron aplazar a abril una decisión sobre el aumento de los recursos del FMI, que había pedido en enero incrementar sus fondos en 500.000 millones de dólares, a la espera de que la eurozona decida reforzar primero sus propios cortafuegos.
En este sentido, los líderes de la UE instarán en su cumbre del jueves y viernes al G20 a acordar en abril un aumento sustancial de los recursos del FMI para crear un cortafuegos global que pueda ayudar especialmente a la zona del euro a evitar contagios de la crisis de la deuda, según un borrador de conclusiones