La gran banca española -Santander, BBVA y CaixaBank- ha decidido plantar cara a entidades como ING, que ofrece a sus clientes utilizar sin comisiones los cajeros de otras entidades, una situación que cambiará a partir de octubre, cuando la mitad de los cajeros en España cobrará dos euros a los no clientes.
Hasta febrero, momento elegido por CaixaBank para anunciar que empezaría a cobrar dicha comisión por la retirada de efectivo a aquellos usuarios que su tarjeta no fuera de la firma, los clientes de ING o EVO podían utilizar cualquier cajero sin coste.
CaixaBank, que ha realizado una inversión de 500 millones de euros para renovar sus cerca de 8.500 cajeros, justificó esta medida porque "no se puede regalar (este servicio) a los clientes de otros bancos que no se han gastado un euro en poner cajeros y que utilizan el de los demás gratis".
A esta práctica se han sumado entidades como BBVA, que cuenta con cerca de 6.000 cajeros, y Santander, con casi 5.000, alegando, como ya hizo la entidad catalana, que el mantenimiento y alquiler de estos terminales supone un gran coste para las compañías, "que no tienen aquellas que ofrecen los cajeros de otros a sus clientes".
En este sentido, la entidad presidida por Ana Botín defiende la aplicación de esta comisión con el argumento de que los bancos invierten mucho en sus cajeros, ya que tanto la instalación como el mantenimiento son "caros" y "tiene sentido que esos costes se trasladen a los no clientes".
Otras entidades financieras, como Sabadell o el Popular, están estudiando si aplicar esta medida o bien hacer como Bankia, que posee el 16 % de los cajeros de toda España y que ya ha confirmado que no cobrará a los no clientes por utilizar sus cajeros.
La decisión de cobrar en cajeros a los clientes de otros bancos perjudica principalmente a ING y EVO Banco, que no cuentan con una red física de oficinas y cajeros y que en los últimos años se han diferenciado del resto de entidades por sus campañas "comisiones cero" al utilizar los terminales de las demás compañías bancarias que operan en España.
Por el momento, EVO Banco sí se ha pronunciado sobre esta cuestión y ha asegurado que devolverá los dos euros a titulares de la cuenta "inteligente" de la entidad, que han suscrito ya el 88 % de sus clientes, siempre y cuando la retirada de efectivo sea igual o superior a 120 euros.
La solución que ofrecen EVO Banco, ING o Bankinter, que cuenta con una limitada red de cajeros, a sus clientes, es que eviten la extracción de dinero en los cajeros automáticos que ya hayan implantado la norma, limitando la retirada en aquellos terminales que sean de otras compañías.
El Banco de España ha reaccionado recordando que sólo puede cobrarse una comisión, es decir, si hasta ahora ya se cobraba un importe que rondaba entre 0,65 y 1,5 euros, según la cantidad retirada por el no cliente, no es posible añadirle los dos euros.
El organismo que preside Luis Maria Linde ha insistido en que la gran banca deberá decidir qué comisión cobrar, si los dos euros o la otra por utilizar el cajero.
Las asociaciones de consumidores, por su parte, han lamentado la decisión de los bancos y han criticado la permisividad del Banco de España ante lo que califican de "abusos" de la banca.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha anunciado que intensificará la denuncia y la movilización social, "único lenguaje que parecen entender el Banco de España y los bancos", y ha animado a los usuarios a reclamar.
Facua-Consumidores en Acción, por su parte, ha pedido que se apliquen sanciones económicas a las entidades que lleven a cabo esta práctica.