El euríbor a un año -el indicador que más se utiliza en España para calcular la cuota de las hipotecas- cierra diciembre con una nueva bajada que lo situará en torno al -0,190 %, lo que se traduce en un ahorro medio de unos 60 euros anuales para quienes tengan que revisar las cuotas de sus hipotecas.
A falta de que el Banco de España lo confirme en los próximos días, diciembre será el vigésimo tercer mes consecutivo que este indicador se mantiene en terreno negativo.
Durante los diecinueve días hábiles que ha tenido el mes, el euríbor ha oscilado entre el máximo del -0,186 % del último día y el mínimo del -0,194 % que registró el lunes de la semana pasada.
El ahorro estimado de 60 euros anuales para quienes tengan una hipoteca se debe a que hace un año, en diciembre de 2016, el indicador se situaba en el -0,080 %, con lo que una hipoteca media de 100.000 euros contratada entonces a un plazo de 25 años con un diferencial de un punto porcentual sobre el euríbor tendría un coste mensual de 373,26 euros.
Sin embargo, si una hipoteca con estas condiciones se revisa utilizando el dato actual, el coste sería de 368,33 euros mensuales, es decir, 4,93 euros menos por mes o 59,16 euros de diferencia al año, esos casi 60 euros citados.
La evolución del indicador depende de las subidas o bajadas de tipos que aprueba el Banco Central Europeo (BCE), que lleva desde marzo de 2016 sin moverlos del mínimo histórico del 0 % y que, según anunció tras su reunión a mediados de este mes, piensa mantenerlos para "facilitar" la financiación y en espera de que la inflación suba hasta acercarse al objetivo del 2 %.
Además, el organismo justificó la necesidad de mantener los estímulos monetarios en la zona del euro y confirmó que seguirá comprando deuda pública y privada al menos hasta septiembre, por lo que los expertos prevén que no suba los tipos antes de primavera o verano de 2019.
Según el analista de XTB Rodrigo García, el euríbor, por lo tanto, no parece dar síntomas de repuntar a corto plazo, y tras cerrar un año completo a la baja se espera que continúe esta tendencia en 2018.
En consecuencia, los mayores beneficiados de esta situación seguirán siendo aquellos que cuenten con una hipoteca o planeen tenerla, para quienes el escenario "más probable" es que la financiación continúe siendo cada vez más barata los próximos meses.
Hace ya más de un año y medio, en febrero de 2016, el euríbor cerró por primera vez en su historia un mes con signo negativo y desde entonces ha seguido evolucionando a la baja.
Ante este hecho inédito, en España se abrió un debate sobre si la banca acabaría pagando a los clientes por las hipotecas, algo que varias entidades se apresuraron a aclarar que nunca ocurrirá, pues al euríbor siempre se le suma un diferencial que decide cada banco.
En España, el diferencial más bajo al que se ha vendido de forma general una hipoteca ha sido de 0,17 puntos porcentuales, por parte de Deutsche Bank, por lo que desde octubre el euríbor a un año se hundió lo suficiente para que, una vez aplicado el diferencial, los intereses sean negativos.
Los responsables del banco, en declaraciones a Efe, aseguraron que los clientes que tengan contratado este tipo de hipoteca y deban revisarla con el indicador actualizado "no pagarán intereses".
La entidad se atiene así a la postura de la Asociación Española de Banca (AEB), que ha recomendado esta política en caso de que una hipoteca esté en negativo, sin mencionar ninguna posibilidad de devolver intereses a los clientes en dicho supuesto.
Con el indicador en tasas negativas desde hace tantos meses, la banca ha optado además por subir el diferencial que aplica o introducir una cláusula "cero" en las hipotecas a tipo variable, que establece que el indicador nunca podrá bajar del 0 %, al tiempo que se ha incrementado la venta de hipotecas a tipo fijo.