El dinamismo de las exportaciones, que han crecido el 3,4 % en el primer semestre del año, ha ayudado a rebajar un 22,5 % el déficit comercial de España con el resto del mundo, un saldo negativo que se debe fundamentalmente al elevado coste de la importación de petróleo y gas.
De acuerdo con los datos publicados hoy por el Ministerio de Economía y Competitividad, al cierre de junio el déficit comercial ascendía a 18.641,5 millones de euros.
Este déficit es producto de unas importaciones por valor de 128.615,9 millones de euros, el 1,4 % menos que un año antes -lo que está en consonancia con la caída de la demanda nacional-, frente a los 109.974,4 millones que sumaron las ventas al exterior, el 3,4 % más.
De esta forma, la tasa de cobertura (porcentaje de las importaciones que pueden pagarse con las exportaciones) se ha situado en el 85,5 %, superior en 4 puntos a la de un año antes.
El saldo negativo generado por la factura de la energía fue de 23.747,4 millones hasta junio, el 14,3 % más que un año antes, provocado sobre todo por la compra al exterior de un 11,8 % más de petróleo.
Sin tener en cuenta el déficit energético la balanza comercial es positiva, con un superávit de 5.105,9 millones en el primer semestre.
Todos los sectores económicos, menos el del automóvil, han aumentado sus exportaciones durante el primer semestre.
Lo que más se exporta son bienes de equipo y alimentos, en especial frutas y verduras, si bien la venta al exterior de bienes de equipo está prácticamente estancada (sólo creció el 0,2 %), mientras que la de alimentos ha aumentado en el primer semestre un 9,5 %.
También tienen peso las exportaciones del sector del automóvil, que han descendido un 9,9 %, y las de productos químicos, que han aumentado el 5,4 %.
El principal sector importador ha seguido siendo el energético, que supone casi una cuarta parte de todas las compras que se realizan en el exterior y que ha aumentado el 13,9 %.
Los bienes de equipo constituyen el segundo mayor sector importador, aunque las compras han caído un 8,1 %, sobre todo los equipos para oficinas y telecomunicaciones, en línea con la caída de la inversión empresarial de las empresas españolas a consecuencia de la crisis.
El saldo con la Unión Europea, principal socio comercial de España, ha registrado un superávit de 5.539,5 millones, tres veces y media superior al del mismo periodo de 2011.
También ha habido superávit con la zona del euro de 3.521,4 millones, casi cinco veces más que un año antes.
Las exportaciones dirigidas a la UE (64,2 % del total) han disminuido el 0,2 %, en tanto que las ventas a la zona del euro (50,9 % del total) han descendido un 1,5 %.
Las exportaciones dirigidas a Francia (primer país de destino) han caído el 1,6 %, en tanto que las ventas a Alemania (segundo destino) han crecido el 7,4 %.
Las ventas a destinos extracomunitarios han aumentado el 10,5 %, sobre todo por el dinamismo de las ventas a África, que han aumentado el 26,9 % y donde el principal destinatario es Marruecos.
La mayor parte de las importaciones también procede de los países de la UE y han caído el 5,9 %.
Las compras a Alemania y Francia, han decrecido el 9,7 % y el 4,6 %, respectivamente.
Por el contrario, han crecido las compras a países de América Latina y África, el 39,4 % y el 16,1 %, respectivamente. Entre ellos, Nigeria, Argelia o México, a los que se compra básicamente producción energética.