La deuda del Estado en circulación ascendió a 557.583 millones de euros hasta febrero de este año, según un informe remitido por la Dirección General del Tesoro recogido por Europa Press.
Así, las emisiones de letras y bonos de enero y febrero han elevado la deuda en circulación en 16.944 millones (3,1%) en lo que va de 2011, tras haber cerrado el año pasado en 540.639 millones de euros.
Más de la mitad de la deuda total en circulación (el 58,27%) es deuda a largo plazo, ya que las obligaciones a 10, 15 y 30 años sumaron un total de 324.913 millones hasta febrero.
En concreto, la cifra más elevada se corresponde con obligaciones a 10 años, que suman 182.727 millones y suponen el 32,7% del total de la deuda en circulación. En obligaciones a 15 años, la cifra asciende a 72.833 millones y en obligaciones a 30 años, a 69.353 millones.
En bonos, actualmente hay en circulación 128.233 millones, el 23% de la deuda total, 63.906 millones en bonos a tres años y 64.327 millones en bonos a cinco años.
En cambio, la deuda en letras supone sólo el 16,3%, ya que sumaron 91.090 millones hasta febrero. De esta cantidad, 21.757 son letras a 18 meses, 55.115 son letras a 12 meses, 7.958 son letras a 6 meses y 6.260 letras de hasta tres meses.
Además, el Estado cuenta con 7.169 millones en circulación bajo otros conceptos, como Eurobonos, deuda asumida o deuda del Banco de España por préstamos previos a la Unión Económica y Monetaria.
El informe del Tesoro asegura que actualmente no existen factores de riesgo que puedan afectar a la capacidad de la Administración General del Estado a la hora de hacer frente a sus compromisos de deuda.
De hecho, recuerda que la calificación actual de España asignada por las agencias de calificación Standad&Poor's, Fitch y Moody's es AA, AA+ y Aa2, respectivamente, otorgan a España una categoría de calidad superior.
NADA HA AFECTADO A LA SOLVENCIA DE ESPAÑA
De la misma forma, asevera que no se ha registrado ningún acontecimiento relevante que afecte negativamente a la solvencia de España a la hora de valorar la capacidad del país para pagar sus obligaciones.
En este sentido, reconoce que las finanzas públicas nacionales se han visto afectadas por la crisis económica, aunque repasa la estrategia de consolidación fiscal del Gobierno, que pasa por reducir el déficit al 3% en 2013 y estabilizar el nivel de deuda en el 74,1% del PIB.
De la misma forma, se refiere a algunas medidas del Gobierno que han contribuido a reforzar la solvencia del país, como la reforma del mercado laboral, la reforma del sistema de pensiones y la reestructuración del sistema financiero.