La crisis, el aumento de los robos en casi un 20% y la desconfianza en los bancos ha hecho que no solo los comercios, sino las propias familias opten por las Cajas Fuertes. Su venta ha aumentado en el primer trimestre del año más de un 20%. Y las hay de muchos tipos.
Cada vez más personas prefieren guardar sus valores en casa en vez de confiarlos a un banco. Muchos compran por una decena de euros la simple caja metálica cerrada con llave o con un candado.
En los comercios especializados, donde las cajas fuertes más baratas homologadas por las compañías de seguros rondan los 500 euros, la demanda de los particulares también se ha disparado.