El coste de la electricidad para el suministro a tarifa durante el primer trimestre de 2012 se ha abaratado en torno al 10 %, lo que facilita el objetivo del Gobierno saliente de que la tarifa de último recurso (TUR), a la que pueden acogerse unos 20 millones de usuarios, no suba en enero.
El equipo de Miguel Sebastián considera que lo más "neutral" de cara a la decisión sobre la factura de la luz que tiene que adoptar el nuevo Gobierno es procurar desde su departamento que las tarifas se congelen.
Fuentes del sector explicaron hoy que para que pueda congelarse el recibo de la luz, la otra parte de la tarifa, los denominados peajes de acceso (que remuneran costes como las primas a las renovables, el transporte o la distribución), deberán subir un 11,3 %.
La TUR que se pagará a partir del 1 de enero se calculará en función de los resultados de la subasta Cesur celebrada hoy, que ha arrojado una bajada de precios de la energía del 10 %, y de los peajes que fije el Ministerio de Industria.
Antes de abandonar el Ministerio, el actual equipo de Industria debe remitir a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) una orden ministerial con su propuesta de elevación de peajes para que no se incremente el déficit de tarifa eléctrica. No obstante, esta subida de peajes se verá compensada por la bajada del coste de la energía, por lo que tarifa eléctrica que pagan la mayoría de los hogares y pymes no se verá incrementada.
El objetivo del Gobierno saliente es que la tarifa de la luz se congele en enero, aunque la decisión final la adoptará el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
El pasado mes de marzo, Industria también aprovechó la bajada de la parte de energía para subir los peajes y evitar que continuara aumentado el déficit de tarifa, que se genera porque los ingresos vía tarifa no cubren todos los costes que soporta el sistema.
De no haberse abaratado hoy el coste de la energía, Industria tenía previsto bajar los peajes de acceso para que la tarifa de la luz tampoco subiera en enero, como ocurrió en la revisión de octubre.
