El comercio textil aboga por que grandes y pequeños pongan fin a la guerra de promociones en la que han entrado en los últimos años para animar al consumo y captar la atención de los usuarios, pues esta tendencia está poniendo en jaque la rentabilidad del sector.
Según la patronal textil Acotex, en 2015, las tiendas de moda (incluido ropa del hogar) facturaron 17.743 millones de euros, el 7% más, y se anotaron su segundo año consecutivo en positivo, ha apuntado su presidente, Eduardo Zamácola, que ha recordado que en siete años de caída por la crisis perdieron el 30% del negocio.
Por contra, entre enero y abril de este año, el sector ha vendido el 3,5% menos, lastrado tanto por la incertidumbre sobre quién gobernará España como por una adversa climatología, con un final de inverno muy cálido y un principio de verano muy frío. "Está siendo un comienzo de año desalentador.
No lo esperábamos. Pensábamos crecer el 5% este año", ha apuntado Zamacola, quien, no obstante, ha confiado en poder cerrar el ejercicio en positivo y ha achacado los aumentos de 2014 y 2015 a que se partía de una base muy baja.
Seguir cayendo era algo inviable, habría conllevado seguir cerrando establecimientos, según el presidente de Acotex, quien ha advertido de que el aumento de la cifra de negocio no es lo mismo que la rentabilidad y que está se ve afectada porque el consumidor de ahora "sale a buscar la promoción".
"Hay que buscar la sostenibilidad de las marcas, vender con margen. Lo que no se puede es estar vendiendo constantemente con promociones agresivas porque eso recae en pérdida de rentabilidad", ha afirmado Zamácola, quien ha señalado que mientras haya "grandes marcas" que ofrezcan "ese tipo de descuentos" arrastrarán al resto.
En su opinión, dado que no se puede "coartar" a las grandes compañías para que dejen de hacer descuentos, lo que debe hacer el sector es hacerlos de manera mucho "más personalizada" y dirigida.
"Tenemos que invertir en aplicaciones informáticas, en nuevas líneas de negocio, en colecciones más cortas que no estén seis meses en las tiendas, que tengan menos vida para que el descuento sea menor y para que el cliente vea que si no lo compras ahora pierdes la oportunidad", según Zamácola, quien ha considerado un "error" continuar con la moda de las "rebajas masivas".
Desde la liberalización aprobada en julio de 2012, los comerciantes pueden efectuar rebajas a lo largo de todo el año.
Hasta entonces, a diferencia de otro tipo de descuento o promoción, sólo podían tener lugar dos veces al año. Esto, unido a la caída del consumo por la crisis, ha hecho que afloren los descuentos y campañas como el Back Friday, el Ciber Monday, en noviembre, o el "mid season sale", esta última nacida para animar las ventas en la temporada de primavera-verano.
De vuelta a las cifras de 2015, el comercio textil elevó el empleo el 3, %, hasta los 193.829 trabajadores, debido, principalmente a que acabó el ejercicio con 1.383 puntos de venta más (61.387 en total). El gasto medio anual en ropa fue de 449,29 euros, el 7,2% más que en 2014, con baleares (539,23 euros) y madrileños (534,3) al frente del gasto, y gallegos (393,78) y extremeños (342,12) a la cola.
Por tipo de formatos, el 31,8% de las ventas correspondió a cadenas especializadas; el 24,3% a hiper y supermercados; el 19,9% a tiendas multimarca, el 15, % a factory/outlet, y el 8,9% a grandes almacenes, según datos de Acotex, que reflejan que el 6% de las ventas se hicieron a través de internet.