El jefe de Volkswagen en EEUU admite que la compañía quiso ocultar emisiones

  • Horn reconoce que sabía de la manipulación de los motores desde hace año y medio
  • Volkswagen retira su solicitud para vender en EEUU motores diésel 2.0

El presidente del Grupo Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, admitióante un comité del Congreso de Estados Unidos que el objetivo del software instalado en algunos de sus vehículos diesel era ocultar sus emisiones reales.

Horn también afirmó que no supo hasta el 1 de septiembre de este año que los vehículos del grupo alemán contenían el software ilegal, y añadió que, hasta ese momento, sólo sabía que algunos de esos automóviles diésel no cumplían con las normativas estadounidenses sobre emisiones.

En concreto, asegura que en la primavera de 2014 se le informó de que la compañía podría estar sufriendo un problema de cumplimiento de las exigencias de emisiones, a la vista de las conclusiones de un estudio sobre la materia elaborado por la Universidad de West Virginia.

El directivo afirma además que se le informó de que los incumplimientos podrían resolverse y que la compañía podría trabajar con los reguladores para hacerlo. Horn destaca que el software utilizado detecta cuando el coche está siendo objeto un test y reduce los óxidos de nitrógeno que emite.

"Estos acontecimientos son profundamente preocupantes. No pensaba que algo como esto fuera posible en el grupo Volkswagen", indica, al tiempo que señala que la empresa ha roto la confianza de los clientes, de los concesionarios, de los empleados, de los reguladores y del público.

Ante estos hechos, el directivo asegura que Volkswagen "asume toda la responsabilidad" de sus actos y las consecuencias de los mismos, por ello señala que está trabajando con las autoridades para encontrar una solución a este problema y para lograr recuperar la confianza perdida.

IDENTIFICAR A LOS RESPONSABLES

Horn apunta el principal objetivo de la corporación germana es encontrar un remedio a este problema y asegura que los responsables de esta actuación serán identificados y tendrán que asumir su responsabilidad por lo ocurrido.

"Los equipos técnicos están trabajando sin descanso para desarrollar remedios para cada grupo de vehículos afectado. Estas soluciones serán testadas y validadas y después se compartirán con las autoridades responsables para su aprobación", apunta.

En este sentido, el directivo destaca que estos hechos, que no pueden volver a ocurrir, son contrarios a los principios del grupo Volkswagen, que está profundamente comprometido con la protección del medio ambiente.

RETIRA SU SOLICITUD PARA CERTIFICAR MOTORES

La filial estadounidense de Volkswagen ha retirado su solicitud ante la agencia medioambiental norteamericana, la EPA, para certificar en el ejercicio 2016 modelos diésel con motores 2.0 hasta que cumpla con los estándares de emisiones del país.

Sin esta certificación de la EPA, los vehículos y camiones pesados no pueden ser vendidos, lo que podría dar origen a una espera para la comercialización de estos modelos mayor a la prevista.

La decisión de la compañía aparece recogida en un testimonio escrito ofrecido por el consejero delegado de Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, con motivo de su comparecencia ante el comité de Energía y Comercio del Congreso de Estados Unidos.

En la declaración escrita, Horn expresa sus "disculpas sinceras" por lo sucedido y reconoce que conocía la manipulación de las emisiones de los vehículos en Estados Unidos desde hace año y medio.