El exsubgobernador dle Banco de España admite errores en la gestión de la crisis financiera. Así lo ha indicado en la Comisión de Investigación en el Congreso de los Diputados. Según calculos del Banco de España, el Estado apenas recuperará una cuarta parte del dinero del rescate a la banca.
José Viñals, subgobernador del Banco de España entre 2006 y 2009, defendió este jueves, en términos generales, la labor realizada por el supervisor en la prevención y gestión de la crisis, aunque reconoció que "a tenor del alcance" de la misma las medidas impulsadas "resultaron insuficientes" y se cometieron "errores" de previsión.
Así lo indicó durante su comparecencia en la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la crisis financiera de España y el programa de asistencia financiera. Viñals señaló que venía a explicar la "lógica de las medidas tomadas y actuaciones llevadas a cabo" durante el periodo 2006-2009, para agregar que años los orígenes de la "grave" crisis económica del 2008 al 2014 "se remontan" a los años entre 2000 y 2007.
En este sentido, hizo referencia a la creciente demanda de financiación de "al calor" de la evolución económica, que incidió, sobre todo, en el mercado de la adquisición de vivienda y las actividades de construcción y promoción inmobiliaria. Dicha demanda, agregó, fue "satisfecha" por una estrategia de los bancos y las cajas de ahorros que "también alentaron el crédito", que tuvo un "rápido" crecimiento hasta alcanzar el 157% del PIB en 2007.
En este punto, el ex subgobernador del Banco de España hizo referencia también al "tono excesivamente laxo" de la política monetaria, algo que estimuló el gasto e intensificó los desequilibrios. Viñals reconoció que el Banco de España pudo "hacer más en el ámbito supervisor y regulador", aunque quiso dejar claro que la institución "hizo mas más que otros supervisores en dos frentes".
"EXHUBERANCIA FINANCIERA"
El primero, expuso, en no alentar innovaciones financieras, con lo que se evitaron problemas de "envergadura" que sí sufrieron otros países; y segundo, la introducción de políticas anticíclicas, lo que dotó al sistema bancario de unos "colchones" que "no fueron suficientes" pero "ayudaron a imitar el alcance de la crisis".
A todo ello se unen, subrayó, las "reiteradas" advertencias que el Banco de España hizo sobre la "exuberancia" del mercado inmobiliario y sobre los desequilibrios económicos que se estaban gestando. De esta manera, apuntó las "numerosas recomendaciones, observaciones y requerimientos" realizados sobre la expansión del crédito.
En todo caso, aseguró que "en aquellos años resultaba impensable que la crisis tuviera el alcance que tuvo", y aunque "hubiera sido deseable una mayor dotaciones de provisiones" en aquellos momentos las que de acordaron "se valoraron como excesivas" tanto por las entidades financieras como por reguladores de otros países. Según Viñals, el "grado de ambición" de las políticas reguladoras y supervisoras en España se vieron "limitadas" por los estándares internacionales y por el convencimiento de que la situación de rentabilidad y solvencia de los bancos permitiría a éstas "ser capaces de hacer frente a la situación sin dañar la estabilidad financiera".
Por su parte, explicó que desde el verano de 2007 el Banco de España incrementó los requisitos de información y se constató que las entidades iban aplicando paulatinamente las provisiones a medida que aumentaban los activos dudosos. Además, se mantenía la confianza en que las "líneas de defensa construidas" por las entidades seria capaces de preservar la estabilidad, si bien se alertó a los bancos de que debían "hacer frente a la desaceleración económica", por ejemplo, reforzando su base capital y optimizando costes. Ya en 2008, comentó, "subió la preocupación" por el impacto en la solvencia de las entidades "más vulnerables", sobre todo algunas cajas de ahorros.
DOS ERRORES
Viñals destacó la necesidad de reconocer "dos errores" de previsión en el ámbito macroeconómico, para señalar la "incapacidad" del Banco de España y "otros observadores" para prever la "fuerte" recesión española, a lo que se une el pensamiento de que los desequilibrios económicos acumulados en los años de "bonanza" se corregirían de forma paulatina y no "de manera abrupta".
Ello hizo que "no se anticipasen medidas más ambiciones en el ámbito de saneamiento y reestructuración" del sector financiero, dijo, para añadir que la evolución de las finanzas públicas "también jugó un papel importante".En este sentido, indicó que cuando existía margen presupuestario para adoptar medidas no se hizo pues la situación económica y se solvencia de las entidades "no las justificaba", mientras que cuando hizo falta las arcas públicas estaban ya en dificultades.
Por otra parte, lamentó que el Banco de España no contara con un procedimiento "sistemático, ágil y rápido" o "un marco estandarizado de actuaciones" para abordar situaciones en función del perfil de riesgo.