El presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, y el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez, han trasladado al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, "plenas garantías" de que ambas compañías pretenden mantener la españolidad de Repsol, de la que pasarán a controlar el 29,8% de su accionariado.
Según indicaron a Europa Press en fuentes de este departamento, la reunión que han mantenido esta misma mañana los dirigentes empresariales con el ministro, a la que también ha asistido el
embajador de México en España, Jorge Zermeño, ha sido muy satisfactoria para el Gobierno, dado que tanto Sacyr como Pemex se han comprometido con el titular de Industria a mantener la esencia española de Repsol, la principal petrolera de España.
Las mismas fuentes señalaron que el Gobierno es "neutro" en esta operación, como corresponde en cualquier economía de mercado, pero sí destacaron la relevancia que concede a la operación tanto por la importancia económica como estratégica que tiene Repsol para la economía española.
Antes de comenzar la reunión, Sebastián ha enmarcado la misma en el interés del Gobierno de contar con algo más de información acerca de la operación, si bien ha dejado claro que el Ejecutivo "no opina ni interviene" en operaciones empresariales y que lo único que le preocupa es "garantizar" la españolidad de Repsol, una empresa "muy importante", con carácter "estratégico" y que hasta ahora "ha sido muy bien gestionada".
Así, ha asegurado que el Gobierno "da la bienvenida" a una operación "dentro de la legalidad" que aumente el potencial de la petrolera, pero siempre "garantizando su españolidad".
Sacyr Vallehermoso, el primer accionista de Repsol con un 20%, y Pemex, el socio industrial más antiguo de la compañía, que posee actualmente un 4,87% y pretende adquirir un 5% adicional en las próximas semanas, firmaron este lunes un acuerdo para votar de forma conjunta en las decisiones relevantes que se tomen en la petrolera.
Con este acuerdo, cuya vigencia es de 10 años, ambas compañías sindican sus derechos de voto, que alcanzarán el 29,8% del capital social de Repsol, y aspiran a contar con una representación "acorde" con su participación en el capital social de la compañía.