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El primer ministro de Italia, Mario Monti, afrontó hoy las primeras movilizaciones sindicales contra su plan de ajuste y ahorro de 30.000 millones de euros, en una jornada en la que el Tesoro italiano consiguió subastar bonos a un rendimiento inferior por primera vez en los últimos meses.

En un lunes marcado por el mal tiempo prácticamente en todo el país, los tres principales sindicatos de Italia, CGIL, CISL y UIL, salieron a la calle en unas 70 localidades para protestar contra "la falta de equidad" que, según ellos, contiene un plan de austeridad que demuestra cómo la crisis la siguen pagando quienes menos tienen.

Según el diario "La Repubblica", las protestas congregaron a miles de trabajadores en todo el país, aunque fuentes del sindicato mayoritario, CGIL, consultadas por Efe, precisaron que no ofrecerán datos de seguimiento globales oficiales hasta mañana, toda vez que la formación considera como "positiva" la participación.

El principal punto de atención se centró en Roma, en la concentración ante la Cámara de los Diputados (baja), donde ahora se tramita el plan de ajuste aprobado por el Gobierno el pasado 4 de diciembre y ante la que piensan volver en los próximos días para seguir de cerca su evolución.

"No renunciamos a la idea de que el plan de ajuste debe ser cambiado. Así como está perjudica a los trabajadores, a los pensionistas y a este país", dijo la líder del CGIL, Susanna Camusso, durante la concentración ante la Cámara Baja.

"Cuando se recortan las retribuciones y las pensiones más bajas, no se está ayudando al país, sino que se escribe la receta que lo sumirá cada vez más en la crisis y la recesión (...) Cuando el Gobierno se presentó ante el Parlamento habló de rigor, equidad y crecimiento: nosotros vemos solo el rigor", agregó.

Las concentraciones ante las delegaciones de Gobierno de las principales ciudades del país fueron acompañadas de huelgas de 3 horas por parte de los trabajadores al final de sus turnos.

La decisión de seguir adelante con estos paros, que suponen la primera iniciativa de protesta común de los principales sindicatos de Italia en los últimos seis años, fue tomada anoche mismo por los líderes sindicales tras reunirse con Monti en Roma.

Los sindicatos, que ya han anunciado su intención de convocar nuevas movilizaciones, no aceptan la congelación de las pensiones, ni el adelanto de la edad de jubilación y ni la reintroducción del impuesto de bienes inmuebles a la primera vivienda que contiene el plan de ajuste de Monti.

La ministra de Trabajo, Elsa Fornero, cuyas lágrimas al ilustrar el plan de ajuste dieron la vuelta al mundo, aseguró hoy ante las preguntas de los periodistas que "están llegando" cambios sobre el nivel mínimo para congelar las pensiones.

Entre los cambios que el Gobierno está estudiando figura también una reducción del impuesto sobre bienes inmuebles a la primera vivienda, mientras Monti busca otras partidas de las que sacar 5.000 millones de euros que mantengan el objetivo de ajuste de su plan.

En este sentido, las más de 1.300 enmiendas que se han presentado al plan de austeridad en la Cámara Baja han hecho que la llegada del texto definitivo al pleno se retrase un día, al próximo miércoles, y se espera que sea votada como máximo el sábado, para que después pase al Senado para su aprobación definitiva.

En esta jornada de protestas contra el plan de ajuste, que secundarán los funcionarios el próximo lunes, los trabajadores de la metalurgia de Fiat fueron a la huelga durante 8 horas, para protestar no solo contra las medidas del Gobierno, sino también contra la decisión del gigante del motor de anular todos sus convenios en las plantas de Italia a partir de enero.

El sindicato convocante, el sectorial FIOM, cifró el seguimiento en las plantas de Fiat del país entre un 65 y un 95 %, cifra muy distante del 13 % ofrecido por la compañía.

Este lunes el Tesoro italiano consiguió colocar el máximo de 7.000 millones de euros en bonos BOT a 12 meses que ofrecía, con un interés ligeramente inferior que en la última subasta, del 5,952 %, frente al 6,087 % anterior, una variación que los analistas consideran que no supone una inversión de tendencia.

Esta subasta coincidió con la segunda jornada del llamado "BTP day", el día sin comisiones en la compra de bonos italianos, algo que los expertos relacionan con el hecho de que la demanda fuera casi el doble de la oferta.