El grupo turístico Orizonia ha anunciado a sus trabajadores que cerrará si no encuentra compradores a corto plazo, con excepción de una parte de Orbest y Vivo, según fuentes sindicales, mientras desde la empresa han indicado que, por ahora, no entrará en concurso de acreedores.La información ha trascendido tras la reunión que mantuvieron este lunes la dirección de la empresa con una decena de trabajadores, dos por departamento, en la sede del Parc Bit en Palma, han informado desde UGT.
La dirección ha anunciado a sus trabajadores que si a finales de febrero o inicios de marzo no ha encontrado una solución, hará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo, que dejaría sin trabajo a unas 4.500 personas, ya que se salvarían entre 500 y 600 puestos de la venta parcial de la aerolínea Orbest y la sección de negocios de las agencias de viajes de Vibo.
Según han informado fuentes del grupo Orizonia, la empresa "centrará sus esfuerzos en buscar soluciones que garanticen la viabilidad del mayor número de puestos de trabajo posibles".
Ha confirmado que seguirá en preconcurso de acreedores, tal como solicitó el pasado viernes, lo que le protege de que sus acreedores insten por vía judicial un concurso para la liquidación de las deudas acumuladas.
"Ante la complejidad de buscar una solución para la continuidad de toda su actividad, la compañía concentra ya sus esfuerzos en esta línea de trabajo, y confía en poder formalizar en los próximos días soluciones que den continuidad a varias de sus líneas de negocio", han indicado las fuentes de Orizonia.
Este lunes, unos 500 trabajadores del grupo turístico Orizonia se han concentrado a las puertas de su sede en el Parc Bit de Palma, como parte de una protesta ante la situación que atraviesa la empresa.Tras los anuncios de esta tarde, los ánimos de los trabajadores en Baleares están "alteradísimos", han afirmado desde UGT, que ha señalado que se estudiarán otras medidas de protesta de los empleados del grupo turístico.
Orizonia, en proceso de integración con Globalia desde diciembre pasado, solicitó el pasado viernes un preconcurso de acreedores a la espera de que la Comisión Nacional de Competencia (CNC) se pronuncie sobre su venta al grupo que preside Juan José Hidalgo, lo que puede demorarse hasta en dos meses.