La OIT sugiere que el salario mínimo en España aumente un 10 por ciento

  • El nuevo informe de la OIT revela aumento de la pobreza y de la precariedad laboral
  • Estima que reducir la pobreza hasta 2030 cuesta 10 billones de dólares

España debería aumentar su salario mínimo interprofesional un 10 % en los próximos tres años para reducir la pobreza laboral en el país, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"Según los datos de que disponemos, si el salario mínimo creciera un 10 % en los próximos tres años, el aumento no sólo no afectaría a la creación de empleo, sino más bien al contrario, porque fomenta la demanda interna y por otra parte reduciría un poco la pobreza laboral", asegura el director del departamento de Investigación de la OIT, Raymond Torres.

El nuevo informe de la OIT advierte que el déficit mundial de empleos de calidad y el deterioro económico global amenazan con anular las décadas de progresos en materia de reducción de la pobreza.

El salario mínimo interprofesional en España se sitúa en 655,20 euros brutos en 14 pagas y, según los estudios de la OIT, un aumento escalonado del 10 % tendría un gran impacto.

POBREZA LABORAL EN ESPAÑA

Para la OIT, España es un ejemplo de un país donde existe un nivel muy elevado de "pobreza laboral", especialmente entre los jóvenes. "La pobreza laboral ha crecido mucho en los últimos años en España, especialmente entre los jóvenes, la franja de los 16 a los 24 años", indicó Torres.

El experto explicó que este aumento se debe a dos factores: el crecimiento del desempleo, pero también porque muchos de los que tienen un empleo no reciben una remuneración suficiente para salir del riesgo de caer en la pobreza.

Ante esta realidad, la OIT considera que "es claro" que las políticas públicas tienen que dirigirse a la vez a crear más empleo y a mejorar las condiciones laborales. "Lo que hay que evitar es lo que ha pasado estos últimos años en España, que es el encadenamiento de contratos temporales, interinos, de corta duración, tiempo parcial no deseado”.

Torres apuntó como uno de los problemas la desconexión entre el sistema educativo y el empleo, jóvenes que se forman para puestos de trabajo que no existen y a la inversa, lo que lleva a que personas muy formadas también caigan en la pobreza laboral, que no sólo no ha mejorado en los últimos años, sino que se ha deteriorado.

SIN EMPLEO DE CALIDAD

Los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran que la pobreza relativa aumenta, lo cual se refleja en que más del 36 por ciento de la población en los países emergentes y en vías de desarrollo vive en esa condición, con un ingreso diario inferior a 3,10 dólares, según paridad de poder adquisitivo.

El informe, Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2016 – Transformar el empleo para erradicar la pobreza (WESO, por sus siglas en inglés), y que hoy se ha presentado, estima que son necesarios alrededor de 600 mil millones de dólares anuales para erradicar la pobreza extrema y moderada a escala mundial de aquí a 2030.

Argumenta, además, que el problema de la pobreza crónica no puede resolverse sólo con transferencias de ingresos, ya que urgen más y mejores empleos para alcanzar ese objetivo.

Según la OIT se estima que casi una tercera parte de las personas que viven en pobreza extrema o moderada en las economías en desarrollo tienen empleo, sin embargo, su puesto de trabajo es vulnerable por naturaleza.

OBJETIVOS EN PELIGRO

En tal sentido precisa que a veces no reciben su salario, están concentrados en ocupaciones de baja calificación y, a falta de protección social, dependen casi exclusivamente del ingreso de su labor.

Apunta que en los países desarrollados un número mayor de trabajadores tiene un empleo asalariado y remunerado, pero eso no los salva de caer en la pobreza. “Evidentemente el Objetivo de Desarrollo Sostenible dirigido a erradicar la pobreza en todas sus formas en todas partes de aquí a 2030 está en peligro”, alertó el director general de la OIT, Guy Ryder.

El consejero especial en Asuntos Sociales y Económicos de la OIT, Raymond Torres, precisó que si bien los pobres constituyen 30 por ciento de la población mundial, disponen sólo del dos por ciento de los ingresos mundiales.

Por tanto, agregó, solo si crecen en cantidad y calidad los empleos decentes se ofrece una salida sostenible a las condiciones de vida precarias y mejorarán los medios de subsistencia para los trabajadores pobres y sus familias.

El estudio señala, además, que la alta desigualdad salarial reduce el impacto del crecimiento económico sobre la reducción de la pobreza, conclusión considerada esencial para reflexionar sobre las responsabilidades de los países e individuos ricos en la perpetuación de la pobreza.