La agencia de calificación Moody's ha degradado este viernes un escalón el fondo de rescate europeo permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), de la triple A, la máxima nota, a 'Aa1' con perspectiva negativa, a raíz de la rebaja de la calificación crediticia de Francia de la semana pasada.
En un comunicado, Moody's alude a la "alta correlación en riesgo crediticio" existente entre el MEDE y la retirada a Francia de la 'triple A' y su degradación a 'Aa1'.
Moody's ha vinculado este hecho a la rebaja de la calificación de mismas proporciones al fondo de rescate temporal, Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que antecedió al MEDE.
"Francia es el segundo mayor contribuyente a los fondos financieros de ambas entidades, así como un proveedor de capital redimible en el caso del MEDE y como un país garante en el caso del FEEF", justifica Moody's.
"Los riesgos crediticios y las calificaciones del MEDE y del FEEF están estrechamente vinculados a los de sus partidarios más fuertes", añade.
El FEEF es el fondo de donde aflora la ayuda financiera a los países ya rescatados, esto es Grecia, Irlanda y Portugal, si bien los recursos destinados a la recapitalización bancaria española partirán del MEDE, tras una transferencia de competencias del fondo temporal al permanente.
"MUY ALTAMENTE CALIFICADOS"
La retirada de la máxima calificación crediticia no supone, en términos de calidad, una variación sustancial, puesto que denota una alta calidad de las inversiones, escasamente sensibles a entornos financieros adversos. Así lo reconoce Moody's en su comunicado, que subraya que el MEDE y el FEEF "permanecen muy altamente calificados".
En este sentido, Moody's incide en el "bajo apalancamiento" de ambos fondos, lo que certifica el reducido riesgo de insolvencia o suspensión de pagos. El MEDE está dotado de 500.000 millones de euros a modo de cortafuegos.
Asimismo, destaca la solvencia de los principales países contribuyentes, entre los cuales se encuentran Alemania (que abastece el 27,1 por ciento de los fondos del MEDE), Países Bajos (con el 5,7 por ciento) y Francia (20,4 por ciento).
"El 'rating' del MEDE es excepcionalmente dependiente de la fortaleza de sus contribuidores financieros más fuertes, dada la exposición potencial altamente concentrada a los estados miembro de la zona euro más débiles y la alta correlación en el riesgo crediticio (...) existente entre los accionistas", alega Moody's, sobre la degradación del fondo de rescate europeo permanente.
Esta "correlación" entre la solvencia crediticia de Francia y la del MEDE solo puede romperse, a juicio de Moody's, si París antepone la financiación del fondo europeo al pago de sus obligaciones de deuda y si los países contribuyentes con una calificación más baja resarcen el agujero que dejara Francia.
Según Moody's, esta coyuntura es susceptible de empeorar si se registra "un deterioro de la solvencia de los países de la zona euro". "En este contexto, la calificación del MEDE es sensible a los cambios en los 'ratings' (...) de contribuyentes del fondo claves, como por ejemplo Alemania, Francia y Países Bajos", aclara Moody's, aunque considera "improbable" este caso a "corto plazo".