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La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha señalado que la reciente reforma del mercado laboral llevada a cabo en España muestra "señales de éxito", aunque ha reconocido su preocupación por que más de la mitad de los jóvenes españoles que buscan un empleo no lo encuentren.

En un artículo publicado en el blog del FMI con motivo de la presentación del libro 'Empleo y crecimiento: apoyando la recuperación europea', Lagarde destaca que el repunte del crecimiento en la eurozona mientras emerge lentamente de la "profunda recesión" es una buena noticia.

Sin embargo, subraya que la mala noticia es que todavía casi 20 millones de europeos están desempleados, por lo que, hasta que los efectos en el empleo se hayan revertido, "no se puede decir que la crisis haya acabado".

En este sentido, añade que hay dos tendencias particularmente "preocupantes": el elevado desempleo de larga duración, ya que casi la mitad de los parados llevan más de un año sin trabajar, y el gran número de desempleados menores de 25 años, aproximadamente un 25% de los jóvenes europeos.

En este contexto, Lagarde cree que es necesario impulsar el crecimiento económico para crear empleo, ya que medio punto porcentual de PIB más en las economías avanzadas podría reducir el paro en medio punto porcentual.

PRIORIDADES PARA LA EUROZONA

Para ello, señala que en el corto plazo es necesario mantener una política fiscal y monetaria "inteligente" para proteger la recuperación, mientras que en el medio y el largo plazo cree que Europa debe hacer frente a tres prioridades.

En primer lugar, ve "urgente" que la eurozona mejore su marco institucional, lo que puede comenzar poniendo en marcha todos los elementos de la unión bancaria, especialmente el mecanismo único de resolución, para garantizar la estabilidad del sector financiero, evitar posibles contagios y reducir el vínculo entre la banca y el soberano.

La segunda prioridad debe ser que hogares, empresas y, en última instancia, el sector público, reduzcan sus elevados niveles de endeudamiento. Sin embargo, reconoce que el bajo crecimiento de la demanda global da pocas esperanza de que puedan hacerlo sin amenazar la recuperación.

Así, cree que debe hacerse frente en primer lugar al desapalancamiento del sector privado, ya que puede así apoyar la recuperación en el futuro. En el caso de los Gobiernos, deben avanzar gradualmente, y si el mercado lo permite, hacia políticas con un compromiso razonable con la consolidación fiscal y favorables al crecimiento.

En tercer lugar, defiende que las reformas de los mercados laboral y de producto pueden hacer una "contribución significativa" a revitalizar el pleno potencial de crecimiento de un país. "Ser ágil y competitivo abre nuevas oportunidades en un mundo donde los procesos de producción afectan cada vez más a más de un país", añadió.