Unos 75 inversores que han adquirido pagarés y participaciones emitidas por Nueva Rumasa buscan compradores que quieran asumir sus suscripciones por un valor de 26 millones de euros, según indicaron a Europa Press en fuentes de Mercadeuda, empresa que se dedica a poner en contacto a vendedores y compradores de deuda de diferentes sociedades.
En concreto, uno de ellos pretende deshacerse de bonos por un total de nueve millones de euros, la cuantía mayor de todas y correspondiente a la emisión de participaciones avalada por Clesa, mientras que el resto busca compradores para importes de entre 50.000 euros y 100.000 euros.
Durante el primer mes de funcionamiento de la plataforma lanzada para vincular compradores y vendedores, unas 250 empresas especializadas han mostrado su interés en invertir en deuda, tanto en la emitida por el grupo de la familia Ruiz-Mateos como de otras compañías.
El precio de las operaciones será uno de los principales escollos a resolver, ya que, según las mismas fuentes, los vendedores intentarán recuperar un porcentaje importante de la inversión y los compradores ofrecerán descuentos, que incluso han llegado al 90%.
La familia Ruiz-Mateos comenzó a anunciar en febrero de 2009 la emisión de pagarés corporativos de sus empresas con el objetivo de adquirir sociedades que representan oportunidades de negocio "en los momentos actuales". Desde entonces, ha lanzado cuatro emisiones de pagarés y dos de participaciones sociales correspondientes a Dhul y Clesa.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha comenzado a investigar a Nueva Rumasa por la emisión de pagarés de menos de 50.000 euros de valor nominal, lo que podría constituir una infracción de la Ley del Mercado de Valores (LMV) al requerir un folleto informativo.
Para ello, el organismo supervisor ha envidado una carta a los bufetes de abogados que representan a los afectados por estos pagarés (5.000, según la empresa) para que remitan la documentación que hayan recabado sobre posibles emisiones de menos de 50.000 euros, según la misiva a la que tuvo acceso Europa Press.
Nueva Rumasa, por su parte, ha reconocido que la situación que están atravesando sus empresas ha provocado "retrasos puntuales" en el pago a inversores particulares que suscribieron alguna de las emisiones de pagarés o de participaciones lanzadas desde febrero de 2009, si bien está estudiando "diversas alternativas de solución".
"Nueva Rumasa siempre ha venido cumpliendo escrupulosamente en plazo y forma tanto en el pago de intereses como sus respectivos principales, pero la situación actual ha provocado retrasos puntuales ante los que se están buscando las mejores soluciones", indicó recientemente el grupo familiar en un comunicado.