El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, ha perdido hoy los 8.500 puntos tras caer un 3,11 %, afectado por la recogida de beneficios del viernes y por la advertencia lanzada por Moody's contra las deudas de la zona euro.
El IBEX perdió hoy 269 puntos y cerró en 8.381, lo que aumenta la caída anual hasta el 14,99 %, en una jornada en la que todas las bolsas europeas anotaron retrocesos y la prima de riesgo española -el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán a 10 años y el equivalente nacional- llegó a superar los 400 puntos básicos.
El Índice General de la bolsa de Madrid perdió hoy 27 puntos, un 3,1 %, con lo que incrementó sus pérdidas anuales hasta el 16,28 %.
Otras bolsas europeas han seguido una tendencia similar, con caídas del 3,79 % en Milán, el 3,36 % en Fráncfort, el 2,61 % en París y el 1,83 % en Londres.
En los mercados de deuda, la prima de riesgo española se situaba poco antes del cierre en 376 puntos básicos (14 más que en la apertura) y la italiana en 453 (17 más).
La bolsa española comenzaba la jornada con un descenso del 1 % que le arrastraba hasta los 8.550 puntos y que estaba condicionado por la recogida de beneficios del viernes, cuando subió un 2,23 %, y por la situación del mercado de deuda.
La agencia de medición de riesgo Moody's lanzó esta mañana una nueva advertencia sobre posibles rebajas en la calificación de las bonos de deuda de la zona del euro al considerar que las medidas aprobadas en la cumbre europea de la semana pasada no servirán para estabilizar los mercados del crédito a corto plazo.
De esta manera, llegaban los problemas al mercado de deuda, a pesar de que Italia ha conseguido colocar los 7.000 millones de euros previstos en letras a doce meses a un interés inferior al de la anterior puja.
El retroceso bursátil iba acompañado de la caída del petróleo Brent hasta 107 dólares por barril -en esto influía el aumento de la producción de crudo por Arabia Saudí- y el continuo descenso del euro, que pasaba de 1,3357 a 1,3213 dólares poco antes del cierre.
Las pérdidas de Wall Street desde la apertura, alrededor del 1%, y la caída de los futuros estadounidenses acentuaban el retroceso del mercado nacional.
Por su parte, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, advertía de nuevas fusiones en el sector bancario, mientras que la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS) rebajaba hasta el 0,2 por ciento la previsión del producto interior bruto (PIB) para 2012.
Además, la bolsa española está pendiente de la subasta de letras del Tesoro a 12 y 18 meses de mañana, en la que se pretenden colocar hasta 4.250 millones de euros, y de la reunión del Comité Asesor del IBEX, que decidirá hoy qué empresa se incorpora al indicador.
Al cierre, solo el Banco Sabadell registraba ganancias en el IBEX 35, con un avance del 0,24 %, mientras las mayores pérdidas eran para ArcelorMittal (-6,58 %), FCC (-5,82 %) y OHL (-4,76 %).
Todos los grandes valores anotaban pérdidas, encabezados por Banco Santander (-4,22 %), BBVA (-3,93 %), , Iberdrola (-3,41 %), Repsol YPF (-3,18 %), Telefónica (-2,88 %) e Inditex (-1,36 %).
En el mercado continuo las mayores subidas eran para Ezentis y Urbas Guadahermosa, que avanzaban un 20,62 % y un 13,79 %, respectivamente, mientras Reno de Medici y Vueling han sido los valores que más han caído, un 13,42 % y un 8,21 %, respectivamente.
En la jornada de hoy se han negociado títulos por valor de 1.659,5 millones de euros, de los que 275,7 millones correspondieron a Telefónica y 248,4 millones al Banco Santander.
SUBASTA DE DEUDA
El Tesoro público español espera colocar esta semana hasta 7.750 millones de euros en una subasta de letras a 12 y 18 meses y en otra de obligaciones, dos pujas que se celebrarán tras varias operaciones consecutivas en la que el Estado ha tenido que ofrecer un interés superior al 5 % por su deuda.
En concreto, el Tesoro espera colocar mañana entre 3.250 y 4.250 millones de euros en letras a 12 y 18 meses.
El jueves, 15 de diciembre, el Tesoro prevé captar entre 2.500 y 3.500 millones de euros en obligaciones.
La subasta de este jueves se llevará a cabo en un momento en el que los mercados se encuentran un poco más calmados pese a la nueva advertencia de Moody's de que podría revisar la calificación de las deudas soberanas de los países de la zona del euro.
Esta relativa calma es consecuencia de las decisiones que se tomaron la pasada semana en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE, en la que todos los países -menos Reino Unido- acordaron elaborar un nuevo tratado que consolide la disciplina presupuestaria en la zona euro.
En la anterior subasta de letras a 12 y 18 meses, celebrada el pasado 15 de noviembre, el Tesoro español logró adjudicar 3.158 millones de euros, aunque tuvo que elevar el interés por encima del 5 %, el más alto de los últimos catorce años.
El objetivo inicial de la colocación, que oscilaba entre 2.500 y 3.500 millones de euros, se cubrió moderadamente.
Tras esta subasta, el Tesoro español tuvo que hacer frente a otras dos pujas en noviembre, y ello en medio de la incertidumbre sobre la viabilidad del euro, que provocó mayores presiones sobre la prima de riesgo de los países periféricos, sobre todo de Italia y España.
De este modo, en la subasta celebrada dos días después, el 17 de noviembre, el Tesoro tuvo que elevar al máximo de los últimos 14 años, hasta el 7 %, el interés ofrecido para colocar unos 3.500 millones de euros en obligaciones a diez años.
A la semana siguiente, el 22 de noviembre, España colocó 2.978 millones de euros en letras a 3 y 6 meses, y de nuevo aplicó un interés marginal superior al 5 % -un 5,22 %- en la que fue la primera emisión de deuda tras la victoria del PP en las elecciones generales del 20 de noviembre.
En la primera emisión de diciembre, el día 1, el Tesoro adjudicó 3.750 millones de euros en bonos a 3, 4 y 5 años con un interés marginal también superior al 5 %.
A pocos días para que finalice el año, el Tesoro todavía tendrá que hacer frente a varias subastas más; el próximo jueves día 15, de obligaciones; y el 20, de letras a 3 y 6 meses.