El ministro de Economía de España, Luis de Guindos, remarcó hoy que la economía española sigue siendo "la que más crece de las avanzadas", y se mostró convencido de que podrán alcanzarse las metas de déficit "sin medidas adicionales".
"No existen señales de desaceleración en la economía española (...), es la que más crece de las avanzadas, y eso son buenas noticias", apuntó De Guindos en rueda de prensa tras participar en la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
En su informe de "Perspectivas Económicas Globales", el Fondo elevó las previsiones de crecimiento para España a 2,6 % este año, tras el 2,3 % previsto en enero, y mantuvo sin cambios las de 2018 en el 2,1 %, por encima de otras economías como la de EEUU (2,3 % este año) o la de Alemania (1,6 %).
A juicio del ministro español, esto demuestra "la confianza" del organismo y los mercados "en las reformas planteadas en España en los últimos años".
Aunque el Fondo apuntó que la economía española no cumplirá las metas de déficit acordadas con Bruselas del 3,1 % este año y 2,2 % el próximo, De Guindos se mostró convencido de que el buen ritmo de crecimiento permitirá alcanzarlas "sin medidas adicionales".
Los cálculos del organismo dirigido por Christine Lagarde son menos optimistas y consideran que el déficit español será del 3,3 % este año y 2,7 % el próximo, e insistió esta semana en la recomendación de subir el IVA y los impuestos medioambientales para equilibrar las cuentas públicas.
"Siguiendo una tasa media de crecimiento de en torno al 2,5 % anual, podríamos lograr en 2019 alcanzar los 20 millones de empleos y recuperar el nivel de desempleo previo a la crisis", indicó De Guindos sobre el recorrido realizado tras "la recesión más profunda de nuestra historia reciente".
Antes de viajar a Washington, sostuvo reuniones con inversores en Nueva York, donde repasó la situación económica del país y Europa.
Sobre las reuniones del Fondo, el ministro español recalcó la amenaza del "proteccionismo" para la economía mundial, pese a que el organismo elevó las previsiones de crecimiento en 2017 al 3,5 %, el mayor ritmo desde 2009.
Rechazó, sin embargo, que haya preocupación por el giro político en Washington con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y por su agenda de marcado nacionalismo económico.
"Inquietud no, lo que hay es curiosidad. Y mucha atención, ya que los mensajes iniciales son importantes", afirmó De Guindos sobre las posiciones del Gobierno de EEUU.
En este sentido, señaló: "Todavía tenemos que ver cuáles son los pasos concretos de la Administración estadounidense", y apuntó que el nuevo secretario del Tesoro, Steven Mnuchin,
"no ha llevado planteamientos muy diferentes al del consenso del G20" en sus intervenciones.
De Guindos remarcó que, por el momento, EEUU ha expresado su intención de seguir colaborando con el sistema internacional, pero sí concedió que lo contrario serían "malas noticias" para la economía global.
Trump ha manifestado explícitamente su recelo del sistema multilateral y ha prometido encarar las relaciones comerciales de manera bilateral, tras acusar directamente a países como China, Alemania o México de aprovecharse de EEUU con sus abultados superávit comerciales.
Estas opiniones han generado nerviosismo en seno del FMI y el BM, tradicionales baluartes del orden económico global basado en el impulso hacia la globalización y el libre comercio, ante el posible cambio de rumbo de EEUU, primera economía mundial y principal contribuyente en ambas instituciones