El ministro de Economía de España, Luis De Guindos, defendió hoy los esfuerzos hechos por los españoles en los últimos años para dejar atrás la recesión y reducir el déficit público, por lo que pidió a Bruselas que no les desmoralice ahora con una congelación de parte de los fondos europeos al país.
Tras haber eludido una multa por haber incumplido el año pasado sus compromisos de reducción de déficit, España está pendiente de que la Comisión Europea (CE) decida sobre el alcance de la congelación de los compromisos de fondos estructurales y de inversión asignados a España para 2017.
La decisión, que se espera para mediados de noviembre, puede afectar a unos 1.200 millones de euros en compromisos, tal como recordó De Guindos en una audiencia celebrada en el Parlamento Europeo (PE), dentro del proceso de diálogo que mantiene de esa institución con la Comisión al respecto.
Esta suspensión, que estimó "innecesaria", tendría "efectos indeseados, además de un "efecto desmoralizador sobre un país, sobre la población española, que ha realizado importantes esfuerzos y que está empezando a ver la luz", según el ministro.
La congelación "no conseguiría el efecto que se busca, si no lo contrario: reducir la visión pro-europea que existe tanto en España como en Portugal" tras las dificultades encaradas durante la crisis, afirmó el ministro.
Dentro de estos "enormes esfuerzos" acometidos en los últimos años, De Guindos recordó que se ha reducido a la mitad el déficit desde 2011, cuando alcanzaba el 9,6 % del PIB, y que el Gobierno prevé cumplir con comodidad la meta del 4,6 % para este año.
No obstante, se mostró consciente de que el Gobierno deberá emprender medidas para cumplir el próximo año con el 3,1 % exigido por Bruselas.
Se refirió al esfuerzo estructural -es decir, sin tener en cuenta el ciclo económico- del 0,5 % del PIB que se ha comprometido a acometer el próximo año, para el que consideró que habrá que buscar las medidas apropiadas.
De Guindos aseguró que el ajuste estructural tendrá que ser distribuido entre incrementos de ingresos y potencialidad de ahorro, aunque recalcó que "lo fundamental es mantener el crecimiento", una expansión económica que espera que sea mayor de lo esperado y suponga un trampolín para facilitar la reducción del desvío.
El ministro defendió no solo que España cumplirá con los nuevos objetivos, sino también que ya respeta la condición de tomar medidas eficaces para minimizar la suspensión de fondos.
Apuntó en concreto a las decisiones de cerrar de manera temprana el presupuesto y de anticipar el pago a cuenta del impuesto de sociedades, medida ésta última que dijo que finalmente ha permitido recaudar 9.000 millones de euros, en lugar de los 8.300 esperados.
Dijo que las estimaciones que maneja cifran que el impacto presupuestario de las medidas adoptadas está "por encima de los 10.000 millones de euros en 2016, algo más del 1% del PIB".
Otro de los argumentos que esgrime De Guindos ante sus socios europeos y Bruselas es la inflación, ya que aseguró que su "desviación negativa ha tenido un impacto sobre el déficit público de 2015, cuantificado en 0,7 puntos porcentuales del PIB".
Los grupos políticos del PE se mostraron mayoritariamente contrarios a la congelación de fondos, aunque De Guindos recibió varias críticas por las políticas fiscales mantenidas por el Gobierno, especialmente debido a su reforma fiscal.
"Sin su reforma fiscal hoy no tendría que estar hoy aquí dando explicaciones", aseguró el eurodiputado socialista Sergio Gutiérrez (PSOE), quien acusó al Gobierno de impulsar esta medida durante la campaña electoral y pidió que sea derogada, para rebajar el déficit con un aumento de ingresos, a la vez que se aumenta el IRPF a las rentas más altas.
El diputado europeo de ICV, Ernest Urtasun, aseguró que sería una "barbaridad" la suspensión de los fondos, pero dijo que este paso es consecuencia de la decisiones del Gobierno español, como la "pésima gestión presupuestaria".
Afirmó que no harían falta ajustes si se acabase con "los regalos fiscales a las rentas más altas, de casi 5.000 millones en el IRPF en 2015".
"Hay mucho teatro en estos foros europeos con amenazas, cartas, compromisos... como si su gobierno no compartiera el proyecto de bruselas" con las políticas de austeridad fiscal, privatizaciones y disciplina fiscal, lamentó la eurodiputada Paloma López (IU), quien criticó también que la creación de empleo en España sea con puestos "precarios".