El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó hoy al alza las perspectivas de crecimiento de España para 2017 y 2018, y situó a su economía entre las que tuvieron una actividad "sorprendentemente positiva" en la zona euro desde finales de 2016, según informa Efe.
La institución financiera indicó que la economía española crecerá un 3,1 % este año y un 2,4 % el que viene, en la actualización de su informe de abril sobre perspectivas de la economía mundial presentada en Kuala Lumpur. La proyección representa un alza de 0,5 y 0,3 puntos con respecto a la anunciada hace tres meses para estos dos años, respectivamente, lo que sitúa a la española como la economía que mejora más en esta revisión, solo superada por Canadá, que lo hace 6 décimas este año.
El FMI ya reconoció la semana pasada que "la recuperación económica de España sigue siendo fuerte, con el consumo, la inversión y las exportaciones netas contribuyendo a un patrón de crecimiento más equilibrado". El nuevo informe situó a España a la cabeza del grupo de la zona euro, en el que también están Alemania, Francia e Italia, que tuvo un mejor comportamiento de lo esperado a finales de 2016 y principios de 2017. Según la actualización, la zona del euro crecerá un 1,9 % este año y un 1,7 % el siguiente, 0,2 y 0,1 puntos por encima de lo previsto en abril.
El FMI eleva la previsión de Alemania 0,2 puntos hasta un 1,8 % en 2017 y 0,1 puntos hasta 1,6 % en 2018; sitúa el crecimiento de Francia en 1,5 % (2017) y 1,7 % (2018), con una mejora de 0,1 puntos ambos años; e Italia mejora 0,5 y 0,2 puntos hasta el 1,3 % (2017) y el 1 % (2018). La revisión del FMI no ofreció datos de otras economías de la región, salvo Reino Unido, del que dijo que avanzará un 1,7 % (2017) y un 1,5 % (2018), con una revisión a la baja de 0,3 puntos este año debido a que la actividad del primer trimestre "defraudó las expectativas".
El organismo apuntó que el buen comportamiento económico a finales de 2016 y principios de 2017 "hace pensar que el ímpetu de la demanda interna es más pujante de lo previsto". "A la vez, se prevé que la demanda externa se afianzará, con mejores perspectivas para los socios comerciales de la zona del euro", vaticinó la actualización del FMI.
El informe también alertó de riesgos a medio plazo para economías de la zona euro que "enfrentan un exceso de capacidad y obstáculos al crecimiento potencial derivados del envejecimiento de la población, la debilidad de la inversión y el lento avance de la productividad". "Teniendo en cuenta la debilidad tanto de la inflación subyacente como de las presiones salariales, la política económica debería estar calibrada para reorientar al alza las expectativas inflacionarias, en consonancia con las metas; cerrar las brechas del producto; y, si corresponde, reequilibrar la posición externa", añadió.
El FMI indicó que "los diferenciales respecto de los bonos alemanes se han comprimido drásticamente en Francia, Italia y España gracias a la moderación de la incertidumbre electoral y al afianzamiento de los indicios de reactivación". El euro, además, se ha fortalecido en el segundo trimestre del año en torno al 3 % "gracias a la mayor confianza en la recuperación de la zona del euro y a la atenuación del riesgo político".
Los expertos de la institución financiera señalaron que "la reactivación cíclica podría ser más vigorosa y más sostenida en Europa". También pronosticaron un repunte del crecimiento en 2017 de las economías emergentes y en desarrollo de Europa, principalmente, debido a la mejora de la proyección de Turquía, "cuyas exportaciones se recuperaron con fuerza en el último trimestre de 2016 y el primero de 2017 tras cuatro trimestres de contracción moderada".
En el panorama internacional, el FMI confirmó que la economía mundial mantiene el "buen camino" y calculó que crecerá un 3,5 % en 2017 y un 3,6 % en 2018. No obstante, la institución advirtió que, si bien "los riesgos están equilibrados a corto plazo", se inclinan a la baja a medio plazo.
Los peligros provienen por parte de la "continua incertidumbre" que generan situaciones como el Brexit o la política presupuestaria y fiscal de Estados Unidos, de tensiones financieras, de políticas aislacionistas y de factores no económicos, como las tensiones geopolíticas.
El FMI receta para superar los riesgos a medio plazo promover la cooperación mundial y un comercio internacional libre y justo, y en el plano nacional que se apuntale el "ímpetu del crecimiento mediante políticas fiscales, monetarias y estructurales" y que se apueste por un crecimiento "resiliente y equilibrado".