Los ministros de Finanzas de la zona euro convocaron una reunión el domingo en Luxemburgo para avanzar en la definición del segundo plan de ayuda a Grecia, ante la falta de acuerdo sobre este asunto durante reunión, según ha dicho l ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, a la salida del encuentro extraordinario celebrado en la tarde de este martes en Bruselas.
El Eurogrupo tenía previsto abordar el plan de ayuda a Grecia en su reunión mensual, prevista para el lunes 20 de junio en Luxemburgo, pero ha decidido reunirse el día anterior ante la falta de acuerdo durante el encuentro. Reynders defendió que los ministros nunca tuvieron la intención de alcanzar decisiones decisivas esta noche y aseguró que en la jornada han progresado sobre la financiación de Grecia a corto plazo, pero que es preciso avanzar en las necesidades a largo plazo.
Minutos antes de que se emitiera el comunicado, el el Gobierno belga avanzaba que el segundo plan de ayuda para Grecia podría ascender a unos 80.000 millones de euros, a los que se sumarían la aportación de 25.000 millones del sector privado, sumando así en torno a 105.000 millones. "Hablamos de 80.000 millones de nueva intervención proveniente del marco del FMI, la UE y la zona euro", dijo el ministro de Finanzas belga, quien apostó a favor de que los acreedores privados renueven su compromiso con la deuda helena con vencimiento antes de mediados de 2014.
Fuentes cercanas a las negociaciones aclararon a Efe que los 25.000 millones de euros se sumarían a los 80.000 millones que aportarían las instituciones internacionales, con lo que el nuevo plan de rescate ascendería a unos 105.000 millones de euros.
Reynders hizo estas declaraciones en el marco de una reunión extraordinaria del Eurogrupo, convocada para avanzar en la resolución de la crisis griega, de cara a una nueva reunión prevista para el próximo lunes en Luxemburgo para adoptar soluciones más concretas.
En sus declaraciones, Reynders explicó que comparte "completamente" el punto de vista del Banco Central Europeo en cuanto a la integración del sector privado en el rescate de Grecia, por considerar que sería "un error" que crearía "grandes problemas para toda la zona euro" el incluir la participación de los acreedores de manera forzosa. "Una medida de autoridad sería un riesgo no sólo para Grecia, pero también para Portugal o Irlanda, un riesgo para la zona euro y sería dar un regalo a todos los especuladores que han jugado con el impago de Grecia. Y eso sería un error", aseveró Reynders.
"Ir en contra de lo que desea hacer el BCE no tiene sentido en la zona euro. Debemos trabajar juntos", insistió. "Lo que hace falta hoy es verificar la puesta en marcha del plan en Grecia" y después examinar la financiación adicional que deberá provenir de la UE y el FMI, en la que sería conveniente que los "bancos, fondos de pensiones y aseguradoras" intervengan "manteniendo su crédito a Grecia en los próximos años" de manera "voluntaria".
En ese sentido, explicó que "no se trata de hacer perder a nadie nada" y que "está en el interés del sector financiero" el encontrar una fórmula adecuada para Grecia y "que la zona euro supere esta prueba sin demasiadas dificultades".