El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha decidido aplazar hasta el lunes 20 de febrero la reunión de ministros de Economía de la eurozona convocada para este miércoles en la que estaba previsto aprobar el segundo rescate de 130.000 millones de euros para Grecia y evitar así la quiebra del país.
El nuevo retraso se produce Atenas todavía no cumple todos los requisitos exigidos, en particular, concretar recortes adicionales por valor de 325 millones de euros en 2012. Además, los líderes políticos helenos no han enviado a Bruselas su promesa por escrito de que aplicarán el programa de ajustes gane quien gane las próximas elecciones.
La reunión del miércoles será sustituida por una teleconferencia de los ministros de Economía de la eurozona para discutir las cuestiones pendientes.
Juncker ha explicado que mañana se celebrará solo una conferencia telefónica de los ministros de los países de la eurozona para analizar las condiciones pendientes para la aprobación del segundo paquete de ayuda financiera de 130.000 millones de euros a Grecia, y preparar la reunión ordinaria del 20 de febrero.
De esta manera, el segundo rescate a Grecia no se aprobará hasta dentro de cinco días, justo un mes antes de que Atenas tenga que hacer frente a unos vencimientos de deuda por importe de 14.500 millones de euros.
Si no recibe para entonces una nueva inyección de ayuda internacional, el país tendrá que declararse en suspensión de pagos.
De acuerdo con Juncker, tras la reunión de hoy ha quedado claro que Grecia aún debe identificar el recorte adicional que debe acometer en 2012 por valor de 325 millones de euros para cumplir el objetivo de déficit, así como concluir el análisis de la sostenibilidad de la deuda griega.
También resta que los ministros de Finanzas de la eurozona reciban las garantías por escrito de los líderes de los partidos del gobierno de unidad griego de que aplicarán los ajustes más allá de las elecciones anticipadas previstas para el mes de abril.
Paralelamente debe cerrarse el acuerdo entre Grecia y los acreedores privados sobre el canje de bonos para condonar al país heleno la mitad de su deuda (100.000 millones de euros) y para lo que la banca, las aseguradoras y los fondos tendrán que asumir unas pérdidas reales de al menos el 70 %.
De este modo, al Gobierno de Lukás Papadimos aún le quedan por atender dos de las tres requisitos fijados el pasado jueves por el Eurogrupo, dado que el primero, que el Parlamento heleno apruebe las medidas de austeridad exigidas por la "troika", ya lo ha cumplido.
EL PIB GRIEGO CAYO UN 6,8% EN 2011
Por otra parte, Grecia recibió hoy como un mazazo la noticia de que su PIB cayó un 6,8 % durante 2011, a sólo un día de la crucial reunión del Eurogrupo que evaluará si da luz verde al nuevo préstamo de al menos 130.000 millones de euros para evitar la bancarrota del país heleno.
Si bien las cifras ofrecidas este martes por el Instituto de Estadística Griego (ELSTAT) no están ajustadas a los efectos estacionales, la economía se ha quedado muy lejos de cumplir el objetivo previsto por la troika, de mantener la contracción del producto interior bruto (PIB) en un 5,5 %.
Todos los trimestres del año pasado se cerraron en rojo, con unas cifras de recesión muy superiores a las del resto de la zona euro: -7,3 %, -8,0 %, -5 % y -7,0 %.
En los últimos dos años, las draconianas medidas de austeridad exigidas por la troika -Banco Central Europeo (BCE), Comisión Europea (CE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- han provocado un estancamiento de la economía.
El número de desempleados se ha duplicado hasta el 21 %, los salarios se han reducido entre un 20 % y un 30 % hasta finales de 2011, y los precios acumulan un incremento de una media del 10 %.
Todo ello ha reducido drásticamente la capacidad adquisitiva de los griegos, lo que ha provocado el cierre de más de 60.000 negocios en 2010 y 2011.
Y las perspectivas no son mejores para 2012, como critican patronal y sindicatos, que se oponen a los nuevos recortes aprobados por el Parlamento el pasado domingo, pues consideran que alimentan la recesión.
Con todo, el Gobierno se reunió hoy con el objetivo de "cerrar" la propuesta de recortes por valor de 3.300 millones de euros este año, tal y como exige la tríada del BCE, la CE y el FMI.
El portavoz del gobierno, Pantelis Kapsis, explicó hoy en declaraciones al canal 'Antenna', que los 325 millones de euros que faltaba concretar en el paquete acordado serán extraídos de los "gastos ministeriales".
Los acreedores europeos, que no las tienen todas consigo sobre la voluntad de reformas del Gobierno, revisarán el estado de las medidas en junio y "si es necesario se establecerán recortes adicionales en el sector público, el gasto social y Defensa", aseguró el portal informativo In.gr citando fuentes del Gobierno.